Migrantes haitianos son los que más sufren por la adaptación
Autoridades entregaron información en creole. Casa del Migrante ayuda a enseñar el español.
Con sus mejores esfuerzos para tratar de hacerse entender, en un español que le es ajeno, Delix, un joven haitiano que apenas cuenta con un par de semanas en Conce, contó que le ha costado moverse en la ciudad, pedir algo para comer o conseguir un empleo. A pesar de las barreras, sale todos los días a buscar un lugar en el que le permitan trabajar y posteriormente mejorar su situación económica y migratoria.
Así como Delix, ya son cientos los haitianos que diariamente se han tenido que enfrentar a diversos problemas en su quehacer diario, así como al desconocimiento de sus derechos como migrantes y cuáles son los canales a los que recurrir al momento de una eventualidad.
Los sacerdotes haitianos de la Iglesia Episcopal Anglicana de Chile, padre Estimé Frader y padre Wilson Paul, llegaron desde Chicago y Puerto Príncipe, respectivamente, para ayudar y guiar a sus coterráneos.
Estimé Frader, comentó que "venimos para tratar de acompañar a nuestros paisanos en los aspectos que necesiten. Queremos abrir misiones para ayudarlos y que no sientan que están solos"
Medidas oficiales
Con motivo de ayudar a la comunidad de extranjeros en Conce, especialmente la haitiana, ayer se llevó a cabo en la Gobernación una breve capacitación para dar a conocer los dispositivos de apoyo con los que cuentan las mujeres migrantes víctimas de violencia de género, la cual contó con diversas organizaciones, la Casa del Migrante, representantes de la gobernación y de la oficina de Extranjería.
El material fue presentado por la seremi de la Mujer, Valentina Medel Ziebrecht, entregándose información sobre violencia contra las mujeres traducida al creole, para facilitar el acceso de mujeres haitianas.
El gobernador (s) Alejandro Astete, expresó que "estas actividades van dirigidas a todos los migrantes, y no sólo ayudaremos en la materia de violencia de género, sino en temas de discriminación y cualquier otro asunto que esté sucediendo. Es necesario que la sociedad sea más abierta, hay que aprender a abrirle los brazos a los extranjeros y saber que debemos tratarlos como uno más", subrayó.
Asimismo, recalcó que aún falta por avanzar, resaltando que uno de los espacios que hay que seguir fomentando es el trabajo, pues es necesario que la empresa, tanto pública como privada, abra sus puertas, como los grandes supermercados y tiendas. "Nosotros seguimos abriendo espacios, para que todas las comunidades migrantes puedan dar a conocer su cultura", añadió.
La encargada de la casa de acogida de migrantes, Hermana Maritza, hizo un llamado a los haitianos para que se acerquen a tomar clases de español. "Seguimos tratando de integrarlos, enseñándoles el idioma, por eso espero que cada vez se acerquen más, pues son pocos los que se acercan, creo que es por miedo y pena a las burlas por su forma de hablar el español, es temor y vergüenza", comentó.
165 haitianos hacen vida en Conce, según cifras del Departamento de Extranjería.