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Profe les pidió perdón a los chiquillos de la Generación 84

Fueron 30 alumnos del Liceo Pedro del Río Zañartu los que finalmente pudieron festejar su egreso y tener un acto como el que hace décadas merecían. Solemnidad matizada con humor y lágrimas marcaron el acto de graduación.
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Alfonso Levet G.

Al borde de las lágrimas, Eduviges Vera terminó de presenciar la ceremonia de graduación de su hija, quien 33 años después de su egreso de cuarto medio pudo celebrar junto a sus compañeros de curso del liceo Pedro del Río Zañartu.

"Me emocionó mucho, porque jamás nunca me imaginé que iban a lograr esto. Lo habíamos dado por perdido", contó la madre, que así como los alumnos y profes de entonces, vio frustrado su sueño de ver a su hija en la ceremonia de licenciatura de cuarto medio.

"Es emocionante porque esto era algo que teníamos que cumplir, cerrar esta etapa que comenzamos con una amistad y que llegó hasta este fin", comento la flamante licenciada, Eduviges Reyes.

Su hija y su nieto también asistieron a la ceremonia, y es que en general el festejo fue alegre y familiar. "Es algo que hace mucho tiempo tendría que haber sido pero, por cosas de la vida, no se había dado. Esperábamos el día porque sabíamos que iba a ser algo lindo", dijo Jennifer Yáñez, que también acompañó a su madre.

El salón del liceo estaba repleto mucho antes de que comenzara la ceremonia, y es que nadie se quería perder ningún detalle de lo que fue calificado como una reparación histórica para los estudiantes.

Ya con el saludo a los antiguos profesores de esa generación se evidenció que se trataba de una reunión de viejos amigos que más de una anécdota comparten, y es que las tallas surgieron espontáneas y fueron celebradas por todos los presentes.

"Era una época muy difícil para la juventud", evocó la profesora Ivonne Rivas, que fue la encargada de dirigir el acto, y que más tarde sería reconocida por los propios ex alumnos como una de las gestoras del reencuentro y acto reparatorio.

La docente se refirió a la decisión que dejó a los jóvenes sin ceremonia, señalando que "han pasado tres décadas para desagraviar ese proceder".

El recuerdo de quienes no pudieron llegar, de maestros de la época y de otros que ya partieron, marcó uno de los momentos más emocionantes de la ceremonia, y donde cada nombre recibió sentidos aplausos.

Quien fuera profesor de Castellano, y por estos días director (s) del establecimiento, Jorge Caamaño, hizo una reseña histórica del liceo, del que tanto él como los alumnos fueron fundadores, así como de los hechos que desencadenaron la lamentable decisión.

En un sentido discurso escrito de puño y letra, Caamaño dijo que "a nombre de todos aquellos profesores que fuimos testigos y copartícipes de este error histórico que marcó la vida de ustedes y nosotros, pido perdón a ustedes, jóvenes ex alumnos, a sus padres y familias".

La entrega de los diplomas a los antiguos alumnos fue la oportunidad para revivir la dinámica del aula, con bromas espontáneas entre los miembros de un grupo entrañable.

Entre las homenajeadas estaba Marisol Chamblas, quien recibió el Premio al Esfuerzo y aunque hoy es no vidente, pudo tocar los rostros de sus antiguos compañeros, asegurando que "no han cambiado mucho, porque por dentro siguen siendo los mismos de siempre".

"Logré remontarme a ese año en el que yo debería haberme licenciado, y creo que así debió haber sido", contó la mujer que confesó sentir una felicidad muy grande por "poder completar esta etapa, porque aunque fue un poco tarde, fue grandioso, es algo de mucha satisfacción".

Con el premio aún entre sus manos, Marisol agradeció a sus compañeros de generación. "Fue sorpresivo, no pensé que me consideraran tan bien. Procuro ser una mujer completa e independiente a pesar de que soy ciega, pero nunca pensé que me iban a premiar, estoy muy agradecida".

Los alumnos compartieron un cóctel con sus familiares y profesores y durante la noche compartieron la cena que esperaron por tantos años.

"A nombre de todos (...) pido perdón a ustedes, jóvenes ex alumnos, a sus padres y familias"

Jorge Caamaño,, director (s) Liceo Pedro del, Río Zañartu"

Antecedentes

La generación del '84 era la primera camada de alumnos en egresar del Liceo Pedro del Río Zañartu, que había sido fundado cuatro años antes, el 27 de abril de 1981, como un anexo del Liceo A-21 de Talcahuano. La historia de los 168 alumnos que no pudieron graduarse se comentó en los pasillos hasta el día de hoy, cuando hijos y nietos de los alumnos estudian en el mismo establecimiento.

168 alumnos conformaban la generación '84, fundadora del liceo Pedro del Río Zañartu.