Sepa cómo elegir la golosina correcta para su mascota y no ponerla en riesgo
Especialistas aseguran que se les pueden dar algunas frutas y verduras, pero que el consumo de huesos y cartílagos resulta peligroso, especialmente si el dueño no se encuentra cerca para verificar que sean masticadas correctamente.
Los dueños no sólo buscan regalonear a sus animales domésticos con juguetes. En muchos casos, se les quiere conquistar con el estómago y, para premiarlos, los amos buscan snacks o diferentes golosinas, que los dejen contentos.
Sin embargo, al escoger qué comprarle a la mascota se deben tener ciertos resguardos. La Administración de Alimentos de Estados Unidos (FDA) emitió una alerta de seguridad, señalando que los huesos artificiales, que son comunes encontrar a la venta, pueden resultar nocivos y generar problemas, como obstrucción gastrointestinal.
"Efectivamente, los huesos pueden ser muy peligrosos si no se utilizan correctamente y el comunicado reciente de la FDA lo declara, objetivamente. Cuando el perro se traga un pedazo lo suficientemente grande para dañar y obstruir su sistema digestivo, seguramente requerirá una visita al veterinario y puede llegar a ser mortal en casos extremos", dice Paola Mujica, docente de la escuela de medicina veterinaria de la Universidad de Las Américas.
Cartílago
La especialista comenta que en Chile es frecuente ver en diferentes tiendas huesos golosinas de cartílago: "Éstas parecieran ser más inofensivas, pero un perro ansioso igualmente puede tragarse el cartílago completo y esto tendrá consecuencias en su salud. Finalmente, el peligro está asociado a la conducta de cada perro al manejar estos elementos, más que al elemento en sí", dice Paola Mujica.
Una opinión similar tiene Erick Lucero, veterinario etólogo y miembro de la directiva del Colegio Médico Veterinario de Chile, sobre los snacks de cartílagos.
"El problema es que adquieren una consistencia que es un poco pegajosa y, si el perro no tiene un buen control en cuanto a lo que ingiere, que se preocupe de masticar, reducir el tamaño y tragar, puede generar problema. También depende del perro: si es un animal que se traga todo, no es bueno usar ese producto", dice.
Huesos naturales
Lucero dice que optar por huesos de otros animales también puede ser riesgoso.
"Hay muchas personas que dan huesos de costilla, que son duros, pero se astillan. Si el perro los mastica bien puede consumirlos, pero muchas veces quedan de un tamaño tal que se enganchan en el paladar y quedan entre los molares. El perro no se los puede sacar", recalca.
El veterinario añade que también se le suele dar a la mascota hueso de osobuco: "De tanto querer sacarle la médula, se termina introduciendo en la mandíbula y queda entre los colmillos y las mandíbula".
La fruta
El especialista añade que una opción más saludable es optar por snacks en base a frutas deshidratadas.
Paola Mujica plantea que incluso se les pueden dar frutas y verduras que se tengan en casa. "Por ejemplo, trocitos de manzana, arándanos, trozos de plátano, durazno, pera, melón, naranja y frutilla. También podemos darles zanahorias cocidas, que es bastante palatable (sabroso), espinaca o arvejas. Siempre considerando que son golosinas y aun cuando son saludables, no deben darse en exceso", recalca Mujica.
Vigilancia
Lucero comenta que un factor clave para evitar que su animal doméstico corra riesgos con las golosinas es que cuente con la supervisión de su amo y bajo ningún punto de vista dejarlo sólo con un hueso: "Si lo superviso, puedo ver cuánto tiempo está mordiéndolo y cuándo está muy blando botarlo".
Además, se recomienda consultar con un veterinario qué tipo de snacks se le puede dar a la mascota y fijarse en que sean productos certificados.
Otra recomendación que entrega Milena Koscica, subgerente de Tiendapet.cl, es fijarse bien al elegir el snack, ya que, dependiendo de las características de la mascota, se pueden encontrar distintas opciones: "Es importante determinar si la mascota tiene algún tipo de alergia y, en ese caso, elegir un snack especialmente desarrollado para ellas".
"Cuando el perro se traga un pedazo lo suficientemente grande para dañar y obstruir su sistema digestivo, seguramente requerirá una visita al veterinario"
Paola Mujica,, académica de la UDLA"