Rocío Peña lleva lo chorera a todos lados con su voz
Nacida en Talcahuano, la cantante ha tenido una carrera musical importante, que la ha llevado al extranjero y al Festival del Huaso de Olmué, entre otros.
En los últimos diez años, su vida ha estado llena de hitos: su disco "Atardecer" (2009); voluntariado en Talcahuano post terremoto que le valió el reconocimiento de "Líder joven" por parte de Diario El Sur en el 2010 y también en el 2012 por la Revista Sábado de El Mercurio; impulsora del proyecto Twitsessions; invitada a la feria Midem en Cannes, Francia el 2012. Ese mismo año se presentó en el Festival South by Southwest, en Austin, Estados Unidos. Dos años después participó en la competencia del Festival del Huaso de Olmué, con "La Conquistada", como un homenaje a Los Jaivas por sus 50 años. Sacó el tercer lugar.
La lista suma y sigue para la cantante chorera Rocío Peña, quien en la última década ha dado muestras de un talento innato, que pone énfasis no sólo en su calidad vocal y artística, sino que en un todo.
Evolución
Sobre cómo partió en la música, Rocío recuerda que fue desde muy pequeña, gracias a un tío que le entregó los primeros acordes; hasta su madre que le mostró el abanico de música. Estudió en el A-27 de Talcahuano, donde tuvo un profesor de música que le enseñó a leer partituras. También conformó un grupo en el liceo… "Fue todo muy chorero", dice.
Al salir del colegio, se tomó un año sabático para pensar. En el intertanto, entró al coro de la Universidad de Concepción. Al año siguiente postuló a Antropología.
Si bien optó por estudiar algo no relacionado con la música, sí siguió metida en lo artístico. El 2006 empezó a componer música y el 2007 las compartió en vivo. El 2008 grabó en EP y "de ahí comenzaron a aparecer cosas muy mágicas que se fueron dando en el camino. Mucha gente me ayudó, partiendo por los compañeros de que me acompañaron en la banda", aporta la artista, cuya música (pop latinoamericano) evolucionó, siendo "un aprendizaje en el camino".
Rocío confidencia que nunca se planteó ser cantautora, pero todo se fue dando y su voz quedó en el inconsciente colectivo, gracias a esos toques especiales que la hacen ser única.
Talento innato
El 2010 es una fecha particular para la artista chorera. El año anterior había sacado su EP "Atardecer", el cual quedó stand by en la promoción debido al terremoto. Algo que si bien la frenó en lo musical, la alentó a participar de otra manera. "Me avoqué a los voluntariados. Tenía buenas redes como músico, mi familia estaba bien, nos juntamos y formamos "Arriba Talcahuano", donde conocí personas muy bacanes. Trabajamos en eso y yo no tenía cabeza para tocar", dice. El 2011 se fue a Valparaíso.
Desde ese momento, cuenta, ha sido un ir y venir de la música, porque "tuve maltrato sicológico de una pareja, que me convenció que no era lo suficientemente buena para presentarme en vivo. Eso fue hasta el 2012", relata.
Sin embargo, ese año se liberó y siguió con su pasión, estuvo en el Festival del Huaso de Olmué, donde interpretó un tema de Los Jaivas, llevándose las loas de la banda. Hoy sigue trabajando a full. Sacará un EP y prontamente estrenará un documental en línea de un trabajo que realizó a fines de 2015 en Pichi-Ropull, donde mezcló la antropología con la música. Se titula "Memoria y canción". Y grabará un disco.
-¿Cuándo te veremos en el festival REC?
"Me gustaría que me invitaran, pero no me desvivo tampoco. Creo que eso tiene que surgir espontáneamente de las producciones y eso también pasa por un reconocimiento de la escena local".
"Comenzaron a aparecer cosas muy mágicas que se fueron dando en el camino. Mucha gente me ayudó"
Rocío Peña"