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Jóvenes poetas en Conce expresan su "planeta interior"

Aún de perfil bajo, un grupo de escritores se van abriendo paso en el mundo de los versos y preparan publicaciones que buscan renovar el mundo de la poesía.
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Alfonso Levet

Dicen que Chile es país de poetas. Eso, no sólo porque tenemos dos premios Nobel y porque somos buenos para el verso y la talla, sino porque además son muchos los jóvenes que ven en este tipo de literatura una forma de expresar lo que sienten, lo que son y lo que les gustaría ser.

"Todavía los poetas consagrados están vigentes y eso ha ido haciendo un poco lento el proceso de renovación, pero está empezando a iluminarse", relata Isidora Vicencio, bioquímica de la Universidad Austral que tiene publicaciones tanto a nivel local, como en el extranjero, a través de la editorial La Carreta, de México.

"Siempre piensan que la poesía no tiene nada que ver con mi profesión, pero es porque no entienden que tiene mucho que ver. El origen de la creación fue separado en dos por el occidente: la ciencia y el arte, siempre poniéndolas como cosas opuestas, pero ambas provienen de la homología creativa del hombre", agrega.

Vicencio está a la espera de las correciones con las que Omar Lara le ayuda a preparar una nueva publicación que espera tener lista en diciembre próximo. "Soy del bosque, de la lluvia y eso es parte de lo que recojo en mis poemas, son parte del imaginario. Hablo sobre el acto creativo. En general, mis temáticas son australes, porque nací en Coyhaique. Soy de allá", explica.

Aunque comenzó a escribir a muy temprana edad, hubo un antes y un después desde que comenzó a participar en talleres literarios, a compartir con otros artistas y, sobre todo, desde que empezó a leer sus escritos en público. "Antes de eso era otra cosa, cuando veo mis primeros textos me parecen horribles", confiesa.

Hoy, dice, la escena poética chilena goza de muy buena salud. "Hay un montón de creadores jóvenes trabajando juntos, todavía estamos por el sueño hermoso de compartir el arte", manifiesta.

Tránsito a la poesía

Durante su adolescencia, Jorge Concha dedicó bastante tiempo a la narrativa, pero mirando con cierta distancia a la poesía. "Hace poco más de un año tuve una experiencia personal muy fuerte que me llenó de energía y me vi en la necesidad de buscar otras formas de expresarme", añade.

Este estudiante de psicología en la Universidad de Concepción reconoce que en su poesía expone un poco su vida personal. "Son cosas bien íntimas, pero de alguna manera disfrazadas, hay cosas potentes ahí", indica el penquista de 21 años de edad.

"Mis poemas tienen mucho juego con el cuerpo, la mente y la naturaleza. Son temas recurrentes. También hay sentimientos tanto de amor como de desamor, pero siempre tirando más para lo trágico", reconoce.

Sobre sus expectativas de desarrollo en ese ámbito, Concha dice que al principio tuvo un poco de temor de mostrar sus escritos. "Ahora estoy volcado a full en la poesía y es lo único que hago, es lo que mejor me sale", dice.

Letras inmigrantes

Al llegar a Chile, hace casi seis años, Luisa Flores se propuso que dispondría su tiempo libre para dedicarse a las letras, que siempre le habían apasionado.

"Siempre hace falta la opinión de un tercero o alguien que te dé una idea de lo que te pudiese faltar, entonces me ha ayudado mucho el taller", expresa esta venezolana, que se integró a las clases del poeta penquista Omar Lara, aunque provenía del mundo de la prosa.

"Hay una mezcla de veteranos y algunos que empezamos recién", cuenta entusiasmada y a la espera de integrar la antología del taller, que debería publicarse a fin de año. "Es bueno abrirse y no ser tan cerrado, sobre todo con textos que tienes guardado por mucho tiempo", indica a La Estrella.