Muchos aprovechan los días de sol para salir a tomar algún trago luego de su jornada de trabajo o en los fines de semana, en lo que se conoce como happy hours y si se está tomando algún antihistamínico, las consecuencias pueden ser francamente lamentables.

Es importante que podamos conocer qué tipos de medicamentos pueden llegar a interactuar con las bebidas alcohólicas, con el propóstio de evitar complicaciones a nuestra salud.

Algunas de las reacciones que han sido descritas son inmediatas y el paciente afectado puede, eventualmente, presentar episodios de náuseas, vómitos, debilidad, confusión y momentos de disminución de la presión arterial.

La ingesta de alcohol en conjunto con antialérgicos, comola Loratadina, la clorfenamina o la cetirizina puede llegar a provocar mareos y un complejo estado de somnolencia, aumentando con ello el riesgo de sobredosis y causar además accidentes.

La elección de un antihistamínico depende principalmente de los efectos secundarios de cada uno de ellos.

El más importante es la somnolencia, sin embargo en niños pequeños puede producir inquietud.

Sus efectos depresores centrales son potenciados por el alcohol y esto los hace especialmente peligrosos cuando el paciente realiza actividades que requieren mantener el estado de alerta.

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