Bujinkan: La disciplina ninja y samurai para defensa personal
Dos maestros de dojos en el centro de Conce cuentan detalles de este arte marcial japonés, que une movimientos veloces y el uso de armas.
Saber un poco de defensa personal puede ser clave en caso de cualquier peligro o intento de asalto, ya que para alguien que no busca problemas es complejo no tener respuesta en el repertorio, al verse expuesto un acto de violencia. Por lo mismo, acá en Concepción se imparten varias disciplinas de artes marciales y una de ellas se basa en las enseñanzas de los antiguos ninjas y samurais japoneses, llamada bujinkan.
Esta organización está compuesta por 9 escuelas y fue fundada por Masaaki Hatsumi a fines de la década de 1970. En pleno centro penquista hay dos dojos de este estilo, unidos por un mismo mentor, que se encargan de traspasar los conocimientos a los amantes nuevas experiencias y contaron los beneficios de su práctica, que son el dominio de armas, defensa y estrategia.
Wladimir Parra practica esta disciplina desde los 16 años, actualmente es shidoshi ( instructor octavo dan) y abrió su espacio Bujinkan Shintoku Dojo en el Centro Integral de Actividad Física (CIAF), donde imparte sus lecciones.
Respecto a las características de este arte marcial, el experto manifiestó que "esto empezó en Japón y no se practica de una forma de competitiva. Uno no se mide a otra persona por medallas, trasciende a eso buscando formar personas integras. En el dojo no enseñamos la parte del espionaje, que sería entrar a lugar de forma sigilosa o caminar por los techos, desarrollamos las técnicas de guerra. Mucha gente llega preguntando si entrenamos con máscaras, pero no es muy práctico en un lugar cerrado".
"Cuando partió el bujinkan y se hizo conocido en EE.UU. partió el boom en Hollywood de los ninjas, con series como las 'Tortugas Ninjas' u otro tipo de películas. De esta forma le dieron muy mala imagen a los ninjas como asesinos a sueldo, cuando en realidad fueron personas comunes y corrientes con principios y valores", añadió.
Por su parte, el shihan Cristian Sánchez (décimo dan), que también hace clases en el mismo recinto, pero en su propia escuela Bujinkan Muhenko Dojo, comentó que "Masaaki Hatsumi heredó tres escuelas de ninjas y seis de samurai, entonces las unió y adaptó a la vida moderna creando el Bujinkan. La disciplina es más bien práctica y uno trabaja básicamente caídas, rodamientos, golpes, patadas, estrangulación y proyección. A través de eso se va desarrollando la intuición y el control del cuerpo, sin tener una mala intensión al momento de dar un golpe".
más seguridad
Al ser consultados por el tipo de alumnos que suelen sumarse a sus clases, ambos instructores coinciden que las personas buscan autosuperarse y sentirse más seguros.
"A los hombres les gusta más el Bujinkan por el uso de armas de combate y fortalecimiento físico, mientras que las mujeres lo hacen por un tema de saber más defensa personal. Al no haber competencia hay mucho compañerismo y todos se ayudan entre sí, sumando también un poco de conciencia con tu entorno y la naturaleza", indicó Parra.
En tanto, su colega Sánchez apuntó que "tengo varias alumnas y siempre estamos viendo formas para poder contrarrestar situaciones de riesgo, como cuando van en la micro y les tratan robar el bolso, o en caso de una amenaza con un cuchillo. La idea es que con técnica uno pueda enfrentarse a alguien con una fuerza superior. Cualquier persona puede aprender defensa personal, pero para hacer bujinkan propiamente tal hay que tener disciplina, dedicación y constancia, porque los entrenamientos son muy desgastantes".
superación
Mientras los alumnos llegaban poco a poco al CIAF y los más ansiosos hacían elongaciones sobre la lona, el joven Renato Ramírez, que padece el síndrome de aspeger, llegó con el típico uniforme negro puesto en compañía de su mamá Ingrid Flores, quien lo va a dejar a cada una de sus clases. El muchacho es fanático de la cultura japonesa y motivado por eso se animó a empezar en el mundo del bujinkan.
"Siempre me ha gustado el anime. Investigando un poco supe que existía el Bujinkan, que es la disciplina de los ninjas y traté de buscar un dojo donde empezar a practicar acá en Concepción", sostuvo Renato, quien agregó que "en mi casa me dieron permiso y hace un año que estoy viniendo a las clases. Me gusta mucho, ya tengo varias armas para entrenar y he aprendido mucho".
En tanto, su madre Ingrid, que está orgullosa, recalcó que "en poco tiempo se ha notado un gran cambio en él y su doctora aprobó que hiciera este tipo de actividad. Ahora se ve mucho más seguro para relacionarse con otras personas y es muy responsable en aspectos como la indumentaria y el tema de las armas, porque desde chiquitito le gustan las katanas y esas cosas. Como no es un arte marcial competitivo sabe medir su fuerza, porque haciendo karate podría irse en papa pegándole a otro chico. El bujinkan es muy mental y en lo anímico lo noto feliz, ahora le gusta salir un poco más y descubrir la naturaleza, antes era más de quedarse encerrado. Físicamente también es una disciplina exigente y él está contento viniendo a dos clases por semana".
"No se practica de una forma competetiva. Uno no se mide con otra persona por una medalla, trasciende a eso".
Wladimir Parra,, Instructor de Bujinkan en Concepción."
"Siempre me ha gustado el anime. Hace un año estoy viniendo a clases y me gusta mucho".
Renato Ramírez,
practicante de Bujinkan"
9 escuelas de ninjas y samurais conforman el Bujinkan, que surgió a fines de los 70's.