Chorera se lució con platos de jurel y jibia en feria capitalina
Tras ser seleccionada para el proyecto Biobío Capital Gastronómica Marina, de Asipes, Silvia Sepúlveda, del restaurante Mar y Sol de la Bentoteca, expuso en la Estación Mapocho.
Desde muy pequeña tiene recuerdos de que su vida estaba muy ligada al restaurante que iniciaron sus padres: "Mar y Sol", ubicado hoy en la Bentoteca de Talcahuano, frente a La Poza. Ya son más de 40 años ligada al rubro gastronómico los que tiene Silvia Sepúlveda, quien el fin de semana fue una de las representantes de la región en la Feria Vyva en Santiago.
Todo esto surgió cuando fue seleccionada para el proyecto Biobío Capital Gastronómica Marina, de Asipes, cuyo fin es convertir a esta región como la capital del consumo de los productos de jurel y jibia.
"Nos citaron a la municipalidad y por iniciativa de Asipes nos propusieron trabajar con ellos para explotar la comida de estos productos. Nos pusieron en contacto con Inacap, que nos envió un chef, una nutricionista y una relacionadora. Empezamos a hacer los cursos de capacitación en los restaurantes. En total fueron seis meses de trabajo", resume.
Para Silvia, el realizar este tipo de capacitación le da un realce al restaurante que, dice, es un legado familiar. "Estoy aquí por mi mamá, quien inició esto con mi papá. Éste es uno de los restaurantes más antiguos de Talcahuano y nosotros hemos seguido por esa misma senda. Ahora, esta oportunidad de poder utilizar la jibia y el jurel ha sido muy bueno para nuestro negocio", sostiene.
El porqué, según explica, radica en que, gracias al curso, pudieron darle otro cariz a estos productos, aprendiendo a preparar platos que antes no estaban dentro de su espectro de conocimiento.
"Podemos preparar platos exquisitos", sentencia. "La jibia es mal mirada cuando no se ha probado. Aprendimos a hacer chupe de jibia y empanadas que son riquísimas. También ceviche de jurel. Muy bueno, aprendimos bastante. De hecho, ahora estamos aprendiendo algunas técnicas que nos enseñaron y los platos van a estar presentes en la nueva carta que nos están elaborando Asipes", dice.
Sobre la feria en Santiago, realizada en la Estación Mapocho, señala que es primera vez que asiste a una de este tipo, más representando a la gastronomía de la Región del Biobío.
Mantener el sabor
Tal como cuenta, "de niñita he estado ligada al restaurante. Éramos seis hermanos, teníamos el colegio cerquita del local y después nos veníamos ahí. Era una vida tranquila, alrededor de mis padres, sacando el marisco, porque en esos tiempos se compraba ahí mismo en el muelle. Se sacaba con sierra el piure. Pero con tantos cambios, se han intervenidos tanto los productos, ya no es lo mismo. Nosotros tenemos que pedir que abastezcan los restaurantes. Ya no es del mar a la mesa", comenta Silvia, dándole el valor a lo que ella y sus colegas de la Bentoteca entregan con sus platos.
"Gracias a esto hemos podido educar a nuestros hijos y darle trabajo a las personas, que tienen familia. Y gracias a la experiencia y lo que nos dejaron nuestros padres, aprendimos todo el rubro", añade, destacando cómo cursos como éstos permiten seguir extendiendo los sabores locales.
"Gracias a esto hemos podido educar a nuestros hijos y darle trabajo a las personas, que tienen familia"
Silvia Sepúlveda"