Alfonso Levet G.
Una carrera contra el tiempo es la que enfrenta la familia Puentes Díaz. Una complicación tras el trasplante de hígado que buscaba darle una mejor calidad de vida a su hijo Cristian, de 11 años, volvió a ponerlo en el listado a la espera de un donante, pero esta vez en calidad de prioridad nacional.
Durante el fin de semana, su organismo comenzó a arrojar señales de rechazo al hígado que había recibido y, pese a ser altamente compatible, las funciones no se normalizaron, por lo que fue hospitalizado en el Sanatorio Alemán.
"Su hígado no ha dado señales de mejoría en cuanto a su función y por lo tanto estamos a la espera de que aparezca un donante", explicó el doctor Franco Innocenti, quien detalló la condición del niño de 11 años: "Se mantiene grave, con funciones vitales estables dentro de su gravedad, tolerando bien los procedimientos de plasmaféresis diario que se les están aplicando".
El médico detalló que "hace más o menos una semana tuvimos un donante adulto, por lo que hubo que reducir el hígado. A pesar de que todo se ve compatible y en buenas condiciones en las imágenes, el hígado no ha mostrado la función que se espera para un séptimo u octavo día de posoperatorio".
Y es que tras la operación se presentó una "no función primaria del injerto, que es una complicación que se presenta en un 5% de los casos aproximadamente".
La familia
Expectantes y esperanzados se han mantenido los familiares de Cristian Puentes a la espera de que aparezca un donante, que permita un nuevo trasplante y revertir así la situación actual de salud del pequeño.
Silvia Puentes, tía del pequeño, dijo que el pequeño llevaba una vida bastante normal, aunque sin actividad física y estuvo ocho años en lista de espera para un trasplante.
Hace unos meses, comenzó a decaer, hasta que hace poco más de una semana apareció un donante. "Lo único que le interesa es ser un niño feliz y jugar a la pelota", confidenció la tía. "Él dice que nadie le va a quitar ese sueño", añadió.
El niño estudia en la escuela de Florida y su mayor anhelo es poder jugar a la pelota con sus amigos, pero una artesia biliar, defecto que traía desde su nacimiento, le ha impedido concretar su idea.
"Tenemos que tener mucha fe, algo va a suceder, pero el reloj está jugando en contra", contó Luis Puentes, padre del menor. "Si el hígado falla puede afectar a otros órganos, pero estamos esperando que aparezca un donante de buen corazón que nos ayude, y necesitamos que su familia también respete la decisión del fallecido", añadió.
Las listas de espera
"Salir llamado a un trasplante es como ganarse la lotería", cuenta Arlette Hernández, quien lleva casi 20 años esperando un trasplante de riñón.
"Hay una serie de factores que influyen para estar en la lista de espera. La principal es que hay muchos exámenes para saber cómo está uno, pero en realidad no es que exista un orden fijo", cuenta la mujer, que lleva 15 años de diálisis y otros cinco de hemodiálisis.
"También necesitamos que la familia del donante respete la decisión del fallecido"
Luis Puentes, papá de Cristian"
2009 el año en que Cristian entró a lista de espera para un trasplante de hígado.