Cómo conducir con nieve
Manejar un automóvil en caminos nevados o a bajas temperaturas, se torna riesgoso, pues se reduce la fuerza de roce, por lo tanto, ante una emergencia los puntos de contacto del vehículo con el suelo no tendrán fuerza que se le oponga y habrá dificultad para frenar.
Es por ello, que se deben tomar precauciones, como por ejemplo, evitar la conducción nocturna, por la fuerza de roce con la lluvia o nieve y por la pérdida de visibilidad a falta de luz.
En cuanto al aceite, las bajas temperaturas transforman el agua líquida en hielo. Si el agua se congela, daña componentes del automóvil. Para evitarlo, se debe aplicar al radiador un anticongelante, este impide llegar al punto de congelación y aporta las mismas características que el agua, regulando la temperatura del motor.
A su vez, procurar usar un neumático correcto, el cual puede ser uno especial para caminos nevados, que tiene una huella particularmente adaptada. Junto a esto, debe haber una buena cadena, acorde al neumático, pues estas permiten mejorar el enganche del neumático en terrenos rurales, evitando el deslizamiento por tracción.
Por último, conduzca a velocidad baja, no realice acciones bruscas, enfrente la nevada a ritmo lento, para que la rodada de su vehículo y el chofer se adapten a la nueva condición. Al frenar mantenga los neumáticos en línea recta, evite doblar o perderá el control.