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Agrupación solidaria va al rescate de miles de kilos de alimentos

El Banco de Alimentos Biobío Solidario busca redistribuir la comida que no alcanza a ser vendida ni consumida.
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Alfonso Levet G.

Agradecida y al punto de las lágrimas, Hortensia Gutiérrez recibe una malla de cebollas, además de varias botellas de leche cultivada y yogurt para que distribuya entre los nietos que están viviendo con ella durante las vacaciones. "Esto es una bendición tremenda que agradecemos de todo corazón", subraya.

Su casa es una de las tantas beneficiadas por el Banco de Alimentos Biobío Solidario en la junta de vecinos Nueva Estrella de Michaihue.

Allí, la presidenta de la agrupación, Juanita Núñez, es la encargada de organizar y distribuir las donaciones que llegan semanalmente.

"Tenemos un libro de registro con todos los vecinos que reciben ayuda y además tuvimos que inscribirnos en Impuestos Internos como beneficiarios. Hay que coordinar varias cosas, pero vale la pena, porque la gente que recibe ayuda es porque la necesita de verdad", cuenta la dirigenta vecinal.

Ella entrega personalmente los alimentos a algunos abuelitos y vecinos postrados en sus casas. "Ellos siempre están pendientes de cuando llega la ayuda, porque de verdad que lo necesitan".

El banco de alimentos

"Nuestra tarea es rescatar el máximo posible de alimentos que se desperdician en nuestro país", cuenta la gerenta del Banco de Alimentos Biobío Solidario, Clahudett Gómez.

El organismo funciona desde agosto de 2014 en Concepción y desde 2016 se puso en marcha el Programa de Recuperación de Excedente Agrícola, "con el que hemos rescatado desde el 2016 a la fecha más de 140 mil kilos de frutas y verduras".

El programa funciona en base a dos líneas de acción. Una de ellas son las cosechas solidarias, donde voluntarios de las mismas organizaciones beneficiadas ayudan en la recolección de alimentos. Durante 2016 se recolectaron 14 mil 848 kilos de manzanas, tomates, uvas y otros alimentos que de otra forma habrían sido desechados.

"Nos sumamos al trabajo del Banco de Alimentos mediante una cosecha solidaria, y por segundo año pudimos donar poco más de 2 mil kilos de uvas", comenta Juan Carlos Lagos, representante de los viñateros de Quillón.

La vega

En la Vega Monumental también se trabaja haciendo un rescate de alimentos. Los locatarios que han apoyado la causa permitieron recuperar más de 22 mil kilos de frutas y verduras, durante el año pasado.

"Hay gente que bota mucha mercadería, pero hay personas a las que le serviría. Ayudar es lo mejor que hay", comenta Margarita Boggiano, locataria de la Vega, que se ha convertido en una de las colaboradoras clave de la red de trabajo.

Otro de los que hace más de un año se sumó a la cadena de ayuda es Mauricio Saavedra. Cuenta que "hay fruta que la gente no se lleva por fea, porque son muy chicas o porque tiene algún machucón. En vez de botarla, es mejor regalarla, porque todo va a buenas manos".

René Silva es otro de los habituales en la Vega: "Estamos cooperando hace rato. Entregamos puros productos buenos y lo hacemos de todo corazón".

Grisel Sandoval y Bárbara Pereira son estudiantes de quinto año de trabajo social en la Universidad San Sebastián y desde hace un par de meses están haciendo la práctica en Alimentos Biobío Solidario.

"Se aprende mucho, porque hay que hacer de todo. Organizar, supervisar y seleccionar alimentos, todo el aprendizaje es práctico", relata Grisel.

Ellas son parte del equipo, que incluye a cinco personas de manera permanente, además de unos 25 voluntarios y distintas empresas que colaboran de manera desinteresada aportando, por ejemplo, el transporte para trasladar los alimentos hasta el banco mismo.

"Camino a Coronel tenemos una bodega y cámaras de frío donde llegan productos de primer nivel, que están al filo de la fecha de vencimiento, pero que están aptos para el consumo", comenta la encargada del área social, Paola Faúndez.

Aunque en Chile aún no hay una ley que otorgue beneficios a las empresas que donan alimentos, ahora existe una circular que por lo menos no los multa. "Antes la única opción que tenían era ir a botarlos a un vertedero".

Desde 2014, el Banco de Alimentos ha rescatado 670 mil kilos de distintos tipos de comestibles, siendo los lácteos, con un 61%, por lejos los más donados.

"Generalmente el proceso con los lácteos tiene que ser muy rápido, para que los productos puedan consumirse a tiempo", detalla Paola Faúndez, y explica que "a nuestros beneficiarios también tenemos que exigirle que se respeten las cadenas de frío, así que tienen que venir a buscar los yogures, por ejemplo, en envases que conserven el frío".

Entre los productos que aún cuesta recuperar para distribuir se cuentan los abarrotes y las legumbres en general, debido a que no son perecibles o tienen fechas de caducidad muy prolongadas.

En el banco de alimentos tienen una red de beneficiarios a quienes entregan la ayuda, "la cantidad es alta, pero lo es también el margen de alimentos que aún se pueden recuperar".

Beneficiarios

En el Hogar Universitario Divina Providencia, de Hualpén, viven universitarios que en su mayoría provienen de sectores rurales vulnerables de diversas regiones del país, a quienes no se les cobra nada ni por su estadía ni por su alimentación.

Su director, Edmundo Miranda, cuenta que "generalmente la ayuda se va primero a los niños o abuelitos, pero a los estudiantes se los va dejando para el final, así que esto se agradece y mucho".

Los alimentos que reciben se van directo a la cocina, para preparar alguna de las tres comidas que les ofrecen diariamente.

"Tenemos basquetbolistas, así que no es fácil dejarlos satisfechos", comenta con humor el director, a la vez que confiesa que con las donaciones, los estudiantes han podido consumir productos a los que no estaban acostumbrados.

"Antes sólo pensábamos en la alimentación fundamental. Cuándo nos íbamos a imaginar darles yogurt light o postres de leche, pero ahora hemos podido hacerles ese cariño, gracias al banco de alimentos".

Juanita Núñez, junta de vecinos Nueva Estrella"

"Es una gran ayuda a gente vulnerable que realmente lo necesita"

"Confían en nosotros porque la ayuda llega a la gente

Paola Faúndez,, Banco de Alimentos Biobío"

Tips de ayuda

El chef ejecutivo del Restaurant Don Quijote, Luis Lagos, nos entregó algunos tips para no desperdiciar alimentos en casa: "Lo principal es planificar bien las compras para no caer en excesos. Después, para aprovechar los vegetales por ejemplo, sirve cortar en cubitos y hacer sofritos, preparar caldos de verduras o cocer los despuntes de vegetales, condimentarlos bien y licuarlos para hacer una crema de verduras. Aunque las frutas son más difíciles, se pueden picar y congelar para jugos y batidos o hacer mermeladas caseras".

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