Gonzalo Cifuentes Uribe
Bocinazos desde las 6 de la madrugada y durante todo el día, tienen sin dormir a los vecinos de cale Toltén, en Penco. Además, acusan que su calle se transformó en una pista de carreras.
"De tempranito que empiezan a correr las micros, así que uno despierta con el ruido de inmediato", aseguró Hilda Mella.
En dicha calle pencona, que es una pendiente, circulan dos recorridos de micros en ambos sentidos, por lo que el flujo es altísimo. "La verdad es que es una calle chica, pero parece como si fuera una avenida", añadió.
Jimena Rodríguez, otra residente del sector, sostuvo que "encuentro que es una situación molesta, porque uno no duerme bien. Y no sólo por la bocina, sino que los buses suenan bastante cuando pasan". "La contaminación acústica tiene mal a la gente, porque molesta harto y uno no le toma el peso", agregó.
Jorge Ramírez, otro habitante del barrio, señaló que "el problema es que tocan para todo, no para advertir a peatones u otros autos. Es excesivo que anden tocando la bocina a cada rato".
"Si alguien quiere subir, lo hará parar, no es necesario que anden haciendo ruido todo el día", dijo.
Por otro lado, hay vecinos que le bajan al perfil a los ruidos. "Uno se acostumbra a eso, lo preocupante es el exceso de velocidad con el que pasan al bajar", advirtió Elizabeth.
Carla Sáez mencionó a su vez que "yo prefiero que haya ruido, pero tener locomoción a la mano, sobre todo en invierno. Para mí es un tema de costumbre y no encuentro que sea tan grave".
Respuesta de la muni
Osvaldo González, director de Tránsito de la muni, indicó que vecinos le han manifestado la inquietud. "Informaremos a las líneas sobre este problema, para que comuniquen a los conductores que sólo ocupen la bocina cuando sea necesario", señaló.
Con respecto al exceso de velocidad, afirmó que "es difícil controlar con un lomo de toro, porque es una pendiente. Veremos qué se puede hacer".
Ránking en blog
En la página web "Pasan Cosas Conce", realizaron un minucioso análisis sobre los ruidos en dicha calle. Allí, explican con estadísticas las veces que toca la bocina cada bus que circula por esa arteria. Además, identifican cuáles máquinas son las que más aportan a la contaminación acústica. En este sitio se plantea la necesidad de buscar alguna solución a la problemática, la que vecinos del barrio comparten plenamente.