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Accidentes de invierno

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El invierno nos trae una serie de fenómenos climáticos: frío, lluvia, viento y nieve, que nos obligan a adaptarnos a una serie de cambios en el diario vivir. Junto con esta época estacionaria, aumentan considerablemente los accidentes, tanto en el hogar como en la calle, produciendo una serie de traumatismos, quemaduras y otras lesiones.

Ante esto, lo importante es lograr que la comunidad adquiera medidas de autocuidado frente a las diferentes condiciones climáticas. Por ejemplo, en el hogar es frecuente el uso de estufas y calentadores que requieren un buen uso y la educación de padres y cuidadores hacia los niños y adultos en general, para evitar las quemaduras. Se deben delimitar las áreas de deambulación de los menores, que estén fuera del alcance de telas y materiales combustibles, no ubicar contenedores de agua sobre las estufas; y en el caso de usar calentadores de cama estos deben estar con la debida certificación de calidad. Otro lugar donde se presentan un gran número de accidentes asociados al invierno, es en la vía pública. Las principales medidas de prevención son: evitar correr por la calles en caso de lluvia, escarcha o pavimento resbaladizo; poner especial atención al cruzar calles debido a que la conducción también se hace más difícil frente a las malas condiciones climáticas; cuidado también en la utilización de paraguas y sombreros, ya que disminuyen el campo visual; usar vestimenta y calzado cómodo y optar por quedarse en casa.

Columna