Karen Loreto Retamal
Patricia Carinao es del sector San Ramón, de Tirúa, donde no sólo vive la tranquila vida de campo, sino que también encontró en sus gallinas una motivación para rescatar las raíces de sus ancestros. Desde hace tres años atesora como si fueran de oro los huevos azules que sus aves del tipo collonca o mapuche le dan.
"Este es un rescate que estamos haciendo, porque se ha perdido mucho lo de la gallina mapuche y el huevo azul. A mí me interesó, yo no estaba metida en esto. Sí tenía gallinitas que ponían uno o dos, pero nunca con la importancia que ahora les doy", cuenta.
Para ella, se trata de un legado importante que quiere mantener y transmitir, además de poder vender sus huevos y fomentar esto como sustento de su familia.
Los huevos de "oro"
Desde que era pequeña, su mamá criaba gallinas, entre ellas las colloncas. Claro que, cuenta, nunca le dio la importancia a los distintivos huevos. "Eran uno más para ella. En ese tiempo yo pensaba lo mismo, pero hoy es súper importante que una gallina me salga con su huevo azul. Es un tesoro para mí y no pueden tocarlo".
Su visión cambió cuando llegó personal de la Fundación para la Promoción y Desarrollo de la Mujer (Prodemu) y la incentivaron a montar un proyecto y darle valor a su producto. "También nos enseñaron e informaron de éste, porque yo no sabía nada de los huevos ni de la gallina mapuche. Nos dijeron que era el baluarte que tenía Chile y querían rescatarlo. Ahora estamos en eso, en rescatar las raíces del huevo azul, que se habían perdido", relata.
-¿Qué características tiene esta gallina?
"Se le llama la collonca, que no tiene colita, pero la común también pone huevo azul de repente. Pero nosotros nos vamos por la mapuche que siempre pone el huevo azul, por su genética".
-¿Qué propiedades tiene este huevo?
"Tiene más que un huevo común. Al criarse a la gallina en su estado libre, el huevo sale con bajo colesterol. Es mucho más sano, tiene mucha más vitamina, la yema es más coloradita y tiene más nutrientes. Ahora las criamos con hierbas y semillas, las que también siembro y cosecho yo. Esto es mucho más sano para ellas y también hacen que sean mucho más nutritivas".
Hoy, Patricia tiene un gallinero con cuarenta aves con sus huevos azules, los cuales "no quiero que me los toquen", señala. Ahora está trabajando en la siembra de algunas semillas para alimentar a sus gallinas.
De momento, Patricia comercializa sus huevos en el camping de su padre, con el sueño de llegar a supermercados.
-¿Cuánto vale un huevo azul?
"Es más caro que los normales, pero siempre se venden por docena o media docena. La docena está a 3 mil pesos, no es un valor impagable, pero te estás comiendo un huevo saludable, con total confianza".
Viaje a Italia
Este rescate de las tradiciones más ancestrales, heredada de los mapuches, fue la que la llevó incluso el año pasado a una feria en Italia a mostrar el huevo azul, que sólo se da por estos lares. "Se pueden ver huevos cafés o blancos, pero no azules", aclara.
"Esto se gestó a través de Prodemu y fue una muestra muy entretenida. Los italianos pensaban que nosotros pintábamos los huevos. Yo les decía que no, les trataba de explicar que era de la genética de la gallina. Ahí empezaron a distinguirlos, yo les raspaba la cáscara y seguía azul. Ahí me creyeron", relata.
"Se le llama gallina collonca, que no tiene colita, pero la común también pone huevo azul de repente".
Patricia Carinao"