Secciones

Atrévase a decirle no a su jefe

E-mail Compartir

En los equipos de trabajo es normal e incluso esperable que los colaboradores presenten algún grado de discrepancia con la asignación de tareas por parte de sus jefes o superiores jerárquicos. Por lo tanto, si un jefe se molesta al presentarse estas conductas, estamos frente a indicios de un liderazgo autocrático, el cual puede llevar a excesos de poder.

Desde este punto de vista es que resulta necesario y valioso que los jefes tengan la capacidad de escuchar los motivos que tiene un colaborador para manifestar su desacuerdo con la asignación de alguna tarea. Asunto muy distinto es el tono y la forma en que el colaborador lo expresa. Es el jefe quien debe ayudar al colaborador a comprender la importancia de la tarea encomendada y los motivos de la asignación, especialmente cuando se trata de labores que no están explícitas o sobrepasan las funciones del cargo.

Además si las aprensiones son plausibles, en términos de la posibilidad de realización ya sea por falta de recursos o por insuficiencia de competencias, es el jefe quien debe reorientar la solicitud o bien redestinarla.

En el caso de los colaboradores, ellos tienen la obligación ética de manifestar su desacuerdo si aceptar alguna tarea encomendada aumenta considerablemente la probabilidad de error. Eso ocurre cuando se reciben encargos para los cuales no se tiene la certeza de ejecutarlos bien, ya que aquello redundará en una disminución de la productividad.

Columna