Riesgos del cuidador del paciente con Alzheimer
La enfermedad de Alzheimer, además de repercutir en la persona que la padece dado que va perdiendo sus capacidades de manera progresiva, impacta de manera importante en la familia. Por un lado en lo emocional, ya que el paciente pierde sus recuerdos y con ellos la capacidad de reconocer a sus seres queridos. Pero también en términos prácticos.
Uno de los problemas es que, por lo general, el cuidado de la persona no es repartido entre la familia recayendo en el (a) cuidador(a) principal, habitualmente una mujer, ya sea esposa o hija, quien asume todo el cuidado del paciente. Dicha labor es tan absorbente que el cuidador(a) llega a ver afectadas sus rutinas diarias y su vida social lo que repercute en su salud mental y física.
Es importante que la familia pueda, en términos prácticos, distribuirse las labores que conllevan el cuidado para evitar la sobrecarga del cuidador y prevenir así que enferme. El cuidador y la familia deben participar en actividades de capacitación sobre cuidados, manejo de esta enfermedad y sus etapas, además de contar con un equipo profesional que los oriente y asista en temas técnicos, grupo de autoayuda con familiares de otras personas con esta enfermedad, donde se crean instancias de acompañamiento y apoyo mutuo como una manera de sobrellevar la situación.
También es relevante que el cuidador pueda tener espacios de tiempo libre donde interactúe con otros, además de desarrollar actividades de su interés, por ejemplo, manualidades, actividades de iglesia, deportivas, entre otras.