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Con rabia y tristeza viven diez familias que lo perdieron todo

Los damnificados del incendio en Lota solicitan ayuda urgente para reconstruir sus viviendas. Desde la Fundación TECHO-Chile se dijo que existen las ganas de colaborar y que sólo esperan la solicitud formal de la Onemi o el municipio.
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Andrea Neguiman Pozo

Con un futuro incierto. Así dicen sentirse las diez familias que durante la madrugada del lunes vieron consumirse todas sus pertenencias en un mega incendio que afectó a diez viviendas en el sector Playa de Lota.

"Lo que estoy sintiendo no se lo doy a nadie. Lo que perdí no fueron solamente cosas materiales, sino toda una historia de amor y de esfuerzo junto a mi familia", indicó José Burdiles.

Este pescador artesanal, de 52 años de edad, ayer junto a sus hijos se dedicaron toda la mañana a remover los escombros que dejó el siniestro. "No voy a mentir en que he llorado y harto. Lo he hecho solo en un rincón, porque no quiero que mis cabros me vean sufrir. No quiero que ellos se quiebren", explicó a La Estrella.

La sensación de dolor y rabia de este lotino es grande porque además de su vivienda, el fuego destruyó todos sus implementos de trabajo con los que día a día llevaba el pan a su hogar. "¿Ahora cómo me levanto de esto, si lo perdí todo? Soy botero y en mi casa tenía mis dos motores con los que salía. Mis redes y cuerdas se quemaron igual. ¿Cómo reconstruyo mi casa si no tengo cómo trabajar en estos momentos? Para más remate, se me quemó una platita que tenía guardada para cualquier emergencia. ¡Quedé completamente en la calle!", exclamó con indignación.

Volver a levantarse

En total, son 39 los damnificados que dejó la tragedia en Lota. Elsa Castro es una de ellas y quien, al igual que José Burdiles, señala que quedó en la calle. "Al ver mi esfuerzo de 30 años en estas condiciones me da mucha impotencia, porque todo lo conseguí con mi trabajo. Con mis hijas y mi yerno sólo pudimos rescatar un par de cosas", expresó.

Al igual que el resto de las familias, Castro y su núcleo se dedicaron a limpiar su casa, trabajo que los inundó de pena. "Anoche dormimos en la sede del Club Estrella del Mar. La municipalidad nos dio colchones y frazadas para que estuviéramos mejor. Cuando volvimos aquí fue una chorrera de emociones y se aumentó cuando comenzamos a sacar todo. Ahora sólo nos queda pararnos de nuevo. Ojalá que pronto", comentó la comerciante de pescados y mariscos.

Boris Aravena y su hermano John fueron los encargados de limpiar la vivienda de su madre, a quien el incendio también le consumió por completo su hogar. "Viajé ayer (lunes) desde Santiago para ayudar a Boris y ver cómo estaba mi mamá", indicó John.

"Ella no está aquí trabajando con nosotros, porque está un poco choqueada todavía", señaló por su parte Boris.

La ayuda

Paola Avello, quien es secretaria de la junta de vecinos del sector La Playa, no dudó en poner toda su fuerza y energía para ir en ayuda de sus vecinos damnificados. "Con otras dirigentas estamos desde las ocho de la mañana aquí afuera de la sede del Club Estrella del Mar, recibiendo todas las donaciones en dinero. La gente ha sido súper buena y han respondido harto con la colecta que estamos realizando. La verdad es que los afectados son todos gente antigua del sector, gente esforzada y buena que necesitan de nuestra colaboración", comentó.

En otra arista, La Estrella se contactó con la Fundación TECHO-Chile para consultar por una posible asistencia a los afectados. En este contexto, su director regional, Nicolás Villanueva, indicó que "nosotros tenemos toda la disposición de colaborar con las familias. Sin embargo, al no ser una emergencia de campamento, no podemos llegar y catastrar a la gente. Para entregar esa ayuda debemos recibir antes una solicitud desde la Onemi o desde el municipio".

"Nosotros tenemos la disposición de colaborar con las familias que lo perdieron todo en el incendio ".

Nicolás Villanueva, Techo-Chile"

39 personas resultaron damnificadas durante la tragedia que azotó al sector La Playa.

120 voluntarios de bombe- ros trabajaron en la extinción del fuego la mañana del lunes.