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Escritor revela las razones por las que sí o sí debe visitar el Huáscar

Carlos Tromben escribió un libro sobre el acorazado. Hoy asegura que un tesoro al que todos deben asistir.
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Gonzalo Cifuentes Uribe

S e acerca el 21 de Mayo y con esa fecha el panorama clásico de las familias penquistas y choreras es ir a la Base Naval a recorrer el Huáscar. De seguro la mayoría de los escolares lo ha visitado, sabiendo que allí murió Arturo Prat. Sin embargo, esconde más secretos.

Carlos Tromben, escritor chileno de 50 años, se peina a la hora de hablar del ex acorazado peruano, por tradición familiar.

"Mi viejo fue marino y bien interesado en la historia, así que son temas que siempre han estado en la familia, en conversaciones", explica.

Por ese motivo, se decidió a escribir extensas y detalladas páginas sobre el Huáscar, en una novela que lleva el nombre del hoy museo flotante.

"Me documenté bastante para hacerlo. Con hartos libros de historiadores navales, entre otros", cuenta.

La historia abreviada dice que el Huáscar fue recuperado en la Batalla de Angamos y que hoy es un museo en Talcahuano. Claro, abreviada.

"El Huáscar fue dado de baja y estuvo cerca de veinte años en tierra, echándose a perder. Hasta que a un oficial en Talcahuano se le ocurrió la idea de recuperarlo", relata.

Allí se originó el cambio. "Es un lujo tener un museo flotante que es el mismo barco. Los cañones son los mismos de la época. Obviamente se recuperó, pero es normal si estuvo veinte años tirado", advierte.

"Hay pocos así en el mundo. Recuerdo el Belfast, en Reino Unido, y el Vasa, en Suecia. Tener el Huáscar en nuestro país es un verdadero lujo y privilegio", dice.

En ese sentido, Tromben reconoce que "fue un mérito de la Armada. Te aseguro que si no fuese un museo, ni siquiera sería tema que Perú lo quiera". Además, apunta, que "allí murieron los dos personajes más importantes de Chile y Perú en la Guerra del Pacífico: Arturo Prat y Miguel Grau".

historias desconocidas

Pero no sólo la historia convencional es la que enaltece al Huáscar y lo convierte en una pieza sagrada de la Armada de Chile, sino que hay varios aspectos que hacen más interesante al acorazado.

"Para el Combate Naval de Iquique hubo un segundo intento de abordaje al Huáscar, en el que casi todos murieron", relata.

Casi todos, dice, porque hubo un marino que logró salvarse. "Él, efectivamente, logró subir al Huáscar sin ser descubierto", cuenta el escritor.

Tras el abordaje, el chileno estuvo escondido. "Pasaron unas ocho horas antes de ser descubierto. Le preguntaron que hacía ahí y explicó que estaba escondido", indica.

Otro aspecto desconocido de este tremendo buque, que en la época era temido por su gran velocidad, poder de fuego y estabilidad, tiene que ver con sus características.

"Todos piensan que era sólo para ir al choque, pero no es así. El Huáscar participó de muchas misiones de inteligencia", sostiene.

En ese sentido, detalla que este navío podía cortar las comunicaciones. "En ese tiempo las comunicaciones eran submarinas, telegráficas. Era capaz de cortar esas comunicaciones e, incluso, interceptarlas", señala.

"Trajo muchos problemas a Chile. Muchos cuestionamientos sobre el manejo de la guerra", asegura a La Estrella.

Con respecto a su libro, ha tenido muy buena recepción en ambos países. "Prat y Grau tenían muchas cosas en común, por eso fue bien recibido allá. Eso se explica en el libro", manifiesta.

"Es un lujo tener este museo flotante

Carlos Tromben,, escritor"

Carlos Tromben,, autor de "Huáscar""

"Trajo muchos problemas a Chile este acorazado"

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