Consumo de pan
Cuando las personas se ven en la necesidad de bajar de peso, una de las primeras alternativas que surgen es la de dejar el pan, reemplazándolo por otros productos que logren cumplir la misma función. Sin embargo, el pan no es un mal alimento.
Es más, en Chile este producto se ha fortalecido con algunos nutrientes en déficit en nuestra población, como el ácido fólico. Por este motivo, la erradicación total del pan en mujeres en edad fértil que podrían embarazarse, podría requerir una suplementación en ácido fólico.
El pan no es el problema. Sí lo es el consumo en porciones mayores a las recomendadas, dado su elevado aporte calórico.
En caso de que se quisiera cambiar por otros alimentos, el único beneficio sería disminuir la cantidad de calorías, siempre y cuando se regule la porción. Por ello hay que tener en cuenta que el salvado de trigo y la avena aportan una mayor cantidad de fibra dietaria que un pan blanco.
Otro de los productos por los que se suele cambiar el pan son las barras de cereales, que tienen un aporte nutricional equivalente a medio pan aproximadamente, por lo tanto, si se reemplaza por una unidad completa de pan, el cambio es recomendable.
Además, existen en el mercado muchas galletas, barras de cereales y snacks que se catalogan como "saludables", porque uno de sus componentes tiene esa categoría (la avena, por ejemplo), pero que tienen una gran cantidad de grasas saturadas y azúcares añadidas.