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Prevención con las estufas

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Comenzaron las bajas temperaturas y con ellas la utilización de estufas, salamandras y chimeneas, que se pueden transformar en enemigas, principalmente de nuestros niños, si no se aplican algunos cuidados.

Una de las mejores soluciones, desde el punto de vista preventivo y práctico, es colocar protecciones metálicas que aislen a los pequeños de las superficies de contacto caliente, como se utilizan, por ejemplo, en los jardines infantiles.

Tampoco hay que olvidar la permanente supervisión de los niños y la educación en temas de autocuidado, lo cual es fundamental dentro de su aprendizaje.

Entre las alternativas más recomendables para prevenir accidentes, están la calefacción central, estufas eléctricas y a gas de tiro balanceado. Estas son las energías más seguras y limpias, que deben estar con sus debidas mantenciones, instalación de protecciones y ubicación.

Además de las estufas, son variados los factores, situaciones y lugares donde se producen accidentes para nuestros niños, y estos dependen fundamentalmente del tipo de vivienda, mobiliario y costumbre de sus habitantes.

Entre estos, destacan los ocurridos por hervidores, cables eléctricos, caídas en escaleras y baños, accidentes en la cocina, y los producidos por objetos cortopunzantes, punzantes, juguetes, adornos pequeños, globos y bolsas. También son muy peligrosos los medicamentos y productos químicos al alcance de los pequeños.

Columna