La Pascua de Resurrección es una fecha para compartir en familia, y qué mejor que haciendo huevos de chocolates reunidos en torno a la cocina para sacar la creatividad de nuestros hijos, quienes, sin duda, se divertirán jugando con glasé de colores, decorando con pinceles, cintas y todo lo que su imaginación permita.

Para empezar, necesitamos un kilo de cobertura de chocolate real (bercolade), glasé instantáneo (para decorar), mostacilla de colores, colorantes vegetales, mangas desechables, boquillas, pincel, moldes con forma de huevo o cualquier figura a elección. Al tener esto, picar la cobertura con un cuchillo y fundir en baño maría o microondas hasta que el chocolate alcance una temperatura entre 40° y 45°, retirar y enfriar hasta los 26° de temperatura para asentar su brillo, luego templarlo nuevamente hasta los 31° que es la temperatura óptima para trabajarlo, llenar los moldes y vaciar el chocolate dejando solo una capa delgada en estos, retirando el exceso de los bordes con una espátula y llevar al frío por 10 minutos. Sacar del frío y repetir la operación para lograr una cubierta firme a la hora de pegar las dos mitades rellenas con algunas sorpresas (dulces) con el mismo chocolate. Decorar con glasé de colores, mostacillas, cintas, etcétera, y envolverlos en papel celofán. Para aquellas personas que son alérgicas al chocolate, una opción puede ser el chocolate blanco, debido a que éste no contiene sólidos de cacao y apenas contiene trazas de teobromina.