La adquisición de un bien raíz es uno de los proyectos de vida más importantes para muchas familias. Por regla general son para toda la vida, por lo tanto, la decisión debe ser analizada en detalle, poniendo atención en algunos atributos importantes. Primero hay que considerar la ubicación y accesibilidad del proyecto escogido, aquí es importante analizar la ubicación geográfica, atributos urbanos y la plusvalía. En este sentido se recomiendan las zonas emergentes con proyectos, tanto privados como públicos que estén en vías de desarrollarse, lo que a la larga se traducirá en un aumento en el valor del suelo y la propiedad.

Una vez evaluados todos los factores del entorno se debe considerar el tamaño del proyecto, soleamiento, orientación, vistas despejadas y distribuciones, según las necesidades familiares. También es importante tener en cuenta la capacidad financiera, pues esto muchas veces limita la adquisición de un bien raíz. Se recomienda ahorrar entre un 10% y un 20% del valor total de la propiedad, a fin de disminuir la carga financiera, mejorar el plazo, y la tasa de interés, que repercutirá directamente en el valor del dividendo. Por último, hay que considerar la elección del tipo de hipoteca. Este es un tema poco conocido por el cliente, por lo cual se aconseja optar por Hipotecarios no endosables, de esta forma, podremos garantizar un monto de financiamiento, independiente del recurso financiero que el banco logre colocar en el mercado.