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Penquistas fanáticas del "Pole Sport" flotan como en las nubes

El pole dance no es sólo para aprender movimientos y sorprender con una dinámica sexy. Gracias a la mezcla de gimnasia rítmica y aeróbica, la barra vertical actúa como un deporte que hace que todo el cuerpo trabaje.
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Karen Loreto Retamal

Sube hasta el tope del tubo sin ninguna dificultad. Estando ahí, se acomoda rápidamente, para luego sujetarse sólo con sus piernas flectadas y la mitad de su cuerpo mira hacia el suelo, casi como si estuviera levitando. Sin duda, mejor que un truco de Criss Angel. En ese momento, aunque son segundos, Daniela Carreño se concentra al máximo.

"Cuando estoy arriba, siento harto esfuerzo. Mal que mal estamos combatiendo la fuerza de gravedad. Por ejemplo, en las competencias hay un mínimo de tiempo para mantener cada truco. Siempre estamos entrenando para mantenerlos por ese tiempo y un poco más. El tiempo depende de cada campeonato. Hay algunos que exigen dos segundos; otros tres. Al hacerlos, se sienten eternos, pero igual hay movimientos que no requieren mucho esfuerzo, pero los contra gravedad son exigentes", explica.

Poco a poco, la disciplina "Pole Dance" ha dejado de estar asociada solamente al popular "baile del caño". Hoy, debido al conjunto de habilidades y destrezas que se requieren para ejecutarlo, el "dance" se ha ido quedando afuera para que el nuevo apellido del Pole sea el Sport. Una modalidad a la que muchas mujeres han sucumbido.

Es que esa mezcla de danza, fitness, yoga, stretching y acrobacias aéreas sobre una barra vertical permite que cada uno de los músculos del cuerpo trabaje. De ahí que esta disciplina se esté postulando para ser un deporte olímpico.

"Están luchando para que así sea, porque cumple con muchos requisitos como deporte. Estamos preparándonos e incentivando a la gente, porque está en masa el gusto por el pole dance", aporta Cecilia Núñez, profesora de educación física e instructora de la academia Pole Fly, que de paso espera que se vaya quedando en el olvido la estigmatización.

"Todos lo asocian al baile del caño. Falta cultura. La gente piensa que pole dance es tipo cabaret. No está instruido en que tiene diferentes gamas, que está pole dance, pole sport que es una mezcla de gimnasia rítmica con aeróbica; el pole glamour, que es un poquito más sexy con el pole exotic. La gente no separa las categorías", señala.

Paso a paso

Cada persona que ha llegado al pole dance tiene sus motivaciones. Daniela confidencia que desde niña "siempre me gustó andarme colgando. En el colegio andaba colgada de los arcos del fútbol…siempre fui medio loquita. Antes, básicamente me dedicaba al atletismo, nada metida en el área artística, pero siempre me gustó. Nunca me metí porque nadie cercano a mí me incentivó a hacerlo".

Eso hasta que una prima, que es instructora en Reñaca, la invitó a una clase. Fue ahí donde descubrió y no paró más.

"La primera clase fue terrible. Al día siguiente no podía ni reírme. Me dolía todo, todo, todo. Igual me gusta ese dolor de ejercicios, porque sientes que trabajas. Además, hay algunos músculos que uno no sabe que tiene. A pesar de quedar molida, al otro día quería volver. Quería más", cuenta.

Claro que, explica, el pole dance va de manera gradual. Es más, "mucha gente cree que al ver un truco les va a salir al tiro, pero sobre la practica uno se da cuenta que no es fácil. Que se necesita fuerza y flexibilidad. Muchas se desmotivan por eso".

El tiempo que toma una persona en poder dominar el tubo es relativo. Muchas lo hacen rápidamente, mientras que otras tardan meses. Es que, todo pasa por la mente y el cuerpo, aclara. Si una persona tiene un mal día y se lo lleva a la clase, es probable que no pueda realizar bien los ejercicios.

De igual modo, relata que las mujeres mayores son más temerosas al enfrentarse al caño. "Vienen de años sin hacer ejercicios, han tenido varios hijos y un cuerpo no responde después de ser madre. Vienen con muchos miedos, de no poderse el cuerpo, de caerse, tropezarse, pero se van dando cuenta de sus condiciones", dice.

Ella ya domina la barra vertical, algo que para sus amigos es lo máximo. Al igual que para su mamá, quien está "chocha" y no deja de mostrar sus fotos haciendo trucos.

Todas pueden

Cecilia Núñez se prepara para dar su clase de Pole Sport a chicas adolescentes. Ella lleva más de dos años siendo instructora, pero primero llegó como alumna. "Empecé en otra academia, pero por una amiga llegué a Francisca Murillo, que nos preparó e instruyó en el ambiente, entrenamos full, mucho tiempo con ella. De ahí fui a cursos de iniciación y a medida que iba pasando el tiempo, nos fuimos perfeccionando, fuimos a campeonatos a observar", relata.

Hoy está fascinada con la disciplina y, confiesa, "de lunes a domingo veo Pole".

Cuando sube el caño, se siente empoderada de sí misma y acrobática. "Me fascina… me siento fuerte, flexible, todo. Es que el pole dance es muy completo. La gente cree que porque no es gimnasta no se puede meter a pole, pero no es así. Hay que partir de cero, porque es muy metodológico el pole. Se parte de giros y luego vamos incluyendo los trucos. Vienen alumnas desde 6 años hasta de 40 y más", cuenta.

Además, "es entretenido porque mezcla la gimnasia rítmica, artística, flexibilidad, coordinación, fuerza y resistencia".

Es por ello que asegura que todo el mundo puede hacer pole dance, ya que no se necesita una habilidad para comenzar. "Todo se aprende acá. Paso a pasito vas sacando todo. Clase a clase sacas algo, ya sea un giro, un enlace, no te vas con un "no logré hacer nada", por eso las chicas vuelven".

Cambios corporales

El cuerpo tras una primera clase de pole dance cambia. No sólo hay dolor de músculos, sino que también moretones y rasmillones. Al tiempo, la piel se acostumbra y deja de dañarse fácilmente. Al mes, ya empieza a evidenciar los cambios positivos. Las mujeres se sienten más fuertes y eso se debe, explica Cecilia, a que "tanto giro, tanta presión contra el caño, a pesar de que vas deslizándote lentamente, vas fortaleciendo tus brazos. Hay diferentes tipos de giros, unos que no necesitas tanto contracción muscular y otros que sí. Estás en el aire realizando una postura y haces toda la contracción del cuerpo. Ahí vas descubriendo músculos que no sabías que tenías".

Asimismo, también suda. Para evitar resbalarse, Daniela explica que tienen ciertos tips. "Muchas transpiramos muy fácilmente. Para ello, hay unas cremas que secan las manos y nos ayudan para no resbalarnos en el tubo", aporta.

Competencias

En Chile y el mundo hay diferentes competencias para el Pole Dance. Tanto Daniela como Cecilia aspiran a demostrar sus destrezas en la barra vertical.

"Vemos el nivel en el que están y es súper alto. Es harta presión, porque mal que mal, no queremos quedar en menos, pero las competencias sí son un proyecto. Acá los periodos de preparación son 6 meses donde se ven los trucos, los pasos, la música, la intención del baile. Además no es llegar e inventar una coreografía. Las chicas que quieren ir a competencias se meten a preparación física, cosa de llegar a la mejor forma a la competencia. Tres veces a la semana, pero que el tiempo de entrenamiento sea lo más eficiente posible. Como no se puede estar dos o tres horas entrenando, sino que entre una a una hora y media. Acá hay que limpiar los trucos y harta elongación", manifiesta Daniela.

Por su parte, Cecilia también está expectante de hacerlo. Es algo que ronda en su cabeza. Es por ello que no deja de ir a ver campeonatos e impregnarse de lo que algún día le podrá tocar.

"Tengo pensado hacerlo. Ahora hay un campeonato regional y luego a Santiago. A ese quiero ir a probar mis habilidades, mis años de práctica, así que estamos preparándonos para eso", adelanta.

"A pesar de quedar molida, al otro día quería volver. Quería más"

Daniela Carreño,, instructora Pole Dance"

"Tengo pensado hacerlo (...) Quiero probar mis habilidades, mis años de práctica"

Cecilia Núñez,

instructora Pole Sport"

Penquistas fanáticas del "Pole Sport" flotan como en las nubes

El pole dance no es sólo para aprender movimientos y sorprender con una dinámica sexy. Gracias a la mezcla de gimnasia rítmica y aeróbica, la barra vertical actúa como un deporte que hace que todo el cuerpo trabaje.
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Karen Loreto Retamal

Sube hasta el tope del tubo sin ninguna dificultad. Estando ahí, se acomoda rápidamente, para luego sujetarse sólo con sus piernas flectadas y la mitad de su cuerpo mira hacia el suelo, casi como si estuviera levitando. Sin duda, mejor que un truco de Criss Angel. En ese momento, aunque son segundos, Daniela Carreño se concentra al máximo.

"Cuando estoy arriba, siento harto esfuerzo. Mal que mal estamos combatiendo la fuerza de gravedad. Por ejemplo, en las competencias hay un mínimo de tiempo para mantener cada truco. Siempre estamos entrenando para mantenerlos por ese tiempo y un poco más. El tiempo depende de cada campeonato. Hay algunos que exigen dos segundos; otros tres. Al hacerlos, se sienten eternos, pero igual hay movimientos que no requieren mucho esfuerzo, pero los contra gravedad son exigentes", explica.

Poco a poco, la disciplina "Pole Dance" ha dejado de estar asociada solamente al popular "baile del caño". Hoy, debido al conjunto de habilidades y destrezas que se requieren para ejecutarlo, el "dance" se ha ido quedando afuera para que el nuevo apellido del Pole sea el Sport. Una modalidad a la que muchas mujeres han sucumbido.

Es que esa mezcla de danza, fitness, yoga, stretching y acrobacias aéreas sobre una barra vertical permite que cada uno de los músculos del cuerpo trabaje. De ahí que esta disciplina se esté postulando para ser un deporte olímpico.

"Están luchando para que así sea, porque cumple con muchos requisitos como deporte. Estamos preparándonos e incentivando a la gente, porque está en masa el gusto por el pole dance", aporta Cecilia Núñez, profesora de educación física e instructora de la academia Pole Fly, que de paso espera que se vaya quedando en el olvido la estigmatización.

"Todos lo asocian al baile del caño. Falta cultura. La gente piensa que pole dance es tipo cabaret. No está instruido en que tiene diferentes gamas, que está pole dance, pole sport que es una mezcla de gimnasia rítmica con aeróbica; el pole glamour, que es un poquito más sexy con el pole exotic. La gente no separa las categorías", señala.

Paso a paso

Cada persona que ha llegado al pole dance tiene sus motivaciones. Daniela confidencia que desde niña "siempre me gustó andarme colgando. En el colegio andaba colgada de los arcos del fútbol…siempre fui medio loquita. Antes, básicamente me dedicaba al atletismo, nada metida en el área artística, pero siempre me gustó. Nunca me metí porque nadie cercano a mí me incentivó a hacerlo".

Eso hasta que una prima, que es instructora en Reñaca, la invitó a una clase. Fue ahí donde descubrió y no paró más.

"La primera clase fue terrible. Al día siguiente no podía ni reírme. Me dolía todo, todo, todo. Igual me gusta ese dolor de ejercicios, porque sientes que trabajas. Además, hay algunos músculos que uno no sabe que tiene. A pesar de quedar molida, al otro día quería volver. Quería más", cuenta.

Claro que, explica, el pole dance va de manera gradual. Es más, "mucha gente cree que al ver un truco les va a salir al tiro, pero sobre la practica uno se da cuenta que no es fácil. Que se necesita fuerza y flexibilidad. Muchas se desmotivan por eso".

El tiempo que toma una persona en poder dominar el tubo es relativo. Muchas lo hacen rápidamente, mientras que otras tardan meses. Es que, todo pasa por la mente y el cuerpo, aclara. Si una persona tiene un mal día y se lo lleva a la clase, es probable que no pueda realizar bien los ejercicios.

De igual modo, relata que las mujeres mayores son más temerosas al enfrentarse al caño. "Vienen de años sin hacer ejercicios, han tenido varios hijos y un cuerpo no responde después de ser madre. Vienen con muchos miedos, de no poderse el cuerpo, de caerse, tropezarse, pero se van dando cuenta de sus condiciones", dice.

Ella ya domina la barra vertical, algo que para sus amigos es lo máximo. Al igual que para su mamá, quien está "chocha" y no deja de mostrar sus fotos haciendo trucos.

Todas pueden

Cecilia Núñez se prepara para dar su clase de Pole Sport a chicas adolescentes. Ella lleva más de dos años siendo instructora, pero primero llegó como alumna. "Empecé en otra academia, pero por una amiga llegué a Francisca Murillo, que nos preparó e instruyó en el ambiente, entrenamos full, mucho tiempo con ella. De ahí fui a cursos de iniciación y a medida que iba pasando el tiempo, nos fuimos perfeccionando, fuimos a campeonatos a observar", relata.

Hoy está fascinada con la disciplina y, confiesa, "de lunes a domingo veo Pole".

Cuando sube el caño, se siente empoderada de sí misma y acrobática. "Me fascina… me siento fuerte, flexible, todo. Es que el pole dance es muy completo. La gente cree que porque no es gimnasta no se puede meter a pole, pero no es así. Hay que partir de cero, porque es muy metodológico el pole. Se parte de giros y luego vamos incluyendo los trucos. Vienen alumnas desde 6 años hasta de 40 y más", cuenta.

Además, "es entretenido porque mezcla la gimnasia rítmica, artística, flexibilidad, coordinación, fuerza y resistencia".

Es por ello que asegura que todo el mundo puede hacer pole dance, ya que no se necesita una habilidad para comenzar. "Todo se aprende acá. Paso a pasito vas sacando todo. Clase a clase sacas algo, ya sea un giro, un enlace, no te vas con un "no logré hacer nada", por eso las chicas vuelven".

Cambios corporales

El cuerpo tras una primera clase de pole dance cambia. No sólo hay dolor de músculos, sino que también moretones y rasmillones. Al tiempo, la piel se acostumbra y deja de dañarse fácilmente. Al mes, ya empieza a evidenciar los cambios positivos. Las mujeres se sienten más fuertes y eso se debe, explica Cecilia, a que "tanto giro, tanta presión contra el caño, a pesar de que vas deslizándote lentamente, vas fortaleciendo tus brazos. Hay diferentes tipos de giros, unos que no necesitas tanto contracción muscular y otros que sí. Estás en el aire realizando una postura y haces toda la contracción del cuerpo. Ahí vas descubriendo músculos que no sabías que tenías".

Asimismo, también suda. Para evitar resbalarse, Daniela explica que tienen ciertos tips. "Muchas transpiramos muy fácilmente. Para ello, hay unas cremas que secan las manos y nos ayudan para no resbalarnos en el tubo", aporta.

Competencias

En Chile y el mundo hay diferentes competencias para el Pole Dance. Tanto Daniela como Cecilia aspiran a demostrar sus destrezas en la barra vertical.

"Vemos el nivel en el que están y es súper alto. Es harta presión, porque mal que mal, no queremos quedar en menos, pero las competencias sí son un proyecto. Acá los periodos de preparación son 6 meses donde se ven los trucos, los pasos, la música, la intención del baile. Además no es llegar e inventar una coreografía. Las chicas que quieren ir a competencias se meten a preparación física, cosa de llegar a la mejor forma a la competencia. Tres veces a la semana, pero que el tiempo de entrenamiento sea lo más eficiente posible. Como no se puede estar dos o tres horas entrenando, sino que entre una a una hora y media. Acá hay que limpiar los trucos y harta elongación", manifiesta Daniela.

Por su parte, Cecilia también está expectante de hacerlo. Es algo que ronda en su cabeza. Es por ello que no deja de ir a ver campeonatos e impregnarse de lo que algún día le podrá tocar.

"Tengo pensado hacerlo. Ahora hay un campeonato regional y luego a Santiago. A ese quiero ir a probar mis habilidades, mis años de práctica, así que estamos preparándonos para eso", adelanta.

"A pesar de quedar molida, al otro día quería volver. Quería más"

Daniela Carreño,, instructora Pole Dance"

"Tengo pensado hacerlo (...) Quiero probar mis habilidades, mis años de práctica"

Cecilia Núñez,

instructora Pole Sport"