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Tatuadores revelan los extremos trabajos que les piden en Conce

Expertos en la materia cuentan a La Estrella las mejores anécdotas que han tenido tatuando. Solicitudes insólitas que, de seguro, recordarán para siempre. También explicaron de qué se trata esta corriente cada vez más popular.
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Gonzalo Cifuentes Uribe

Habituales en futbolistas, personajes de la televisión y estrellas de la música, los tatuajes son cada día más populares en nuestra ciudad. Basta recorrer las calles penquistas para darse cuenta que son cientos los vecinos que tienen un diseño estampado en alguna parte de su cuerpo. Tatuadores locales explican el fenómeno y cuentan los pedidos más extraños que han hecho realidad.

"Una vez llegó un hombre con un diseño en una servilleta. Contó que lo había hecho en un carrete y que lo quería sí o sí", relata el tatuador Claudio Sáez, del estudio de tatuajes Parasomnia, quien, además, es arquitecto de profesión.

"Mirando bien, era un plano arquitectónico, con algunas elevaciones e instalaciones eléctricas. Él sólo hizo las rayas y resultó eso", dice. "En muchos lados le dijeron que había que arreglarlo, darle color y otros retoques, pero no quería", recuerda.

"Al final lo hicimos del porte que lo había dibujado en la servilleta y de manera exacta", señala.

Cosméticos

Vicente "Nano" Cifuentes lleva más de veinte años trabajando en el rubro y ha visto pasar un sinnúmero de personas por su sillón.

El especialista sostiene que no sólo para recuerdos o simples dibujos se tatúa la gente, puesto que igual acuden a su local, ubicado en la planta baja del Boulevard Gascon, para mejorar ciertos aspectos físicos que no son de su agrado.

"He hecho tatuajes sobre cicatrices que quedan por quemaduras. Las personas prefieren tapar ese tipo de cosas, pero igual es complicado", reconoce.

Según Nano Cifuentes, en estos casos cuesta más la cicatrización y el secado de la tinta, pero de todos modos lo ha hecho en un par de ocasiones.

También dice que las mujeres son las que más le piden trabajos cosméticos.

"Es típico que llegan algunas niñas que no tienen cejas y piden que uno se las tatúe. Al final queda un trabajo bien hecho que realmente parece que fuera pelo", señala el penquista, que ha recorrido Sudamérica en convenciones de la materia.

Además, asegura que ha hecho varios tratamientos de labios. "Marcar las líneas de los labios es bien común, porque con el paso del tiempo va desapareciendo. También los he pintado, así las mujeres andan maquilladas siempre", manifiesta.

Sin embargo, su experiencia más insólita fue cuando "una vez llegó una mujer pidiéndome que le hiciera un tatuaje en el ano, porque no le gustaba el color que tenía", comenta el artista. "Fue una cuestión súper extraña, pero era lo que ella quería, así que lo hicimos sin problemas", agrega.

¿por qué tatuarse?

Pinilla se tatuó el tiro del minuto 119 del partido contra Brasil en el Mundial, ése que pegó en el palo, ya que, afirmó, marcó su vida. A diferencia de eso, los penquistas tienen sus propios motivos para hacerlo.

"Los tatuajes que tengo son en memoria de mis familiares. Tengo tres y todos son para recordar u honrar la memoria de mis cercanos que han fallecido", explica Carlos Riquelme, estudiante de la U. de Conce.

En tanto, Romina, otra penquista con tatuajes, señala que "yo tengo un par de flores, que no tienen mucho significado. Me las hice porque me parecen lindas y sutiles".

Por otro lado, los expertos dan sus propias razones. "Hay miles de motivos para tatuarse, pero eso es cosa de cada uno. Hay gente que se convence de a poco, porque le gusta cómo va quedando y al final terminan agregándole más cosas. Es una tema de motivación", indica Nano.

tiene un estudio

Parasomnia es un estudio de tatuajes ubicado en el segundo piso de la Galería Amanecer, el cual busca romper con el paradigma de estos lugares.

Claudio, su fundador, cuenta que "queremos que la gente deje de pensar que estos son unos antros. Por eso hicimos un local mucho más amigable, para que la gente se interese".

Al ser un estudio, explica, el trabajo es más integral. "Nosotros conversamos con las personas para ver qué es lo que quieren. Porque la idea no es que el tatuador haga lo que quiere, vamos creando con ellos y resulte lo que ellos decidan. La idea es que traigan ideas", dice.

En dicho estudio trabajan seis expertos a disposición de todo tipo de personas. "Yo creo que este lugar es ideal para quienes nunca lo han hecho, porque es amigable, está hecho para eso, para que sea cómodo. A veces viene gente que entra, da unas vueltas y se va", reconoce.

"Trabajar en una galería te ayuda a mostrarle las cosas a todos. Incluso a veces, tenemos la puerta abierta para que conozcan lo que hacemos", sostiene el experto.

"He hecho tatuajes sobre cicatrices por quemaduras

Vicente Cifuentes,, tatuador"

"Era un plano arquitectónico en una servilleta

Carlos Sáez,, tatuador y arquitecto"

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Tatuadores revelan los extremos trabajos que les piden en Conce

Expertos en la materia cuentan a La Estrella las mejores anécdotas que han tenido tatuando. Solicitudes insólitas que, de seguro, recordarán para siempre. También explicaron de qué se trata esta corriente cada vez más popular.
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Gonzalo Cifuentes Uribe

Habituales en futbolistas, personajes de la televisión y estrellas de la música, los tatuajes son cada día más populares en nuestra ciudad. Basta recorrer las calles penquistas para darse cuenta que son cientos los vecinos que tienen un diseño estampado en alguna parte de su cuerpo. Tatuadores locales explican el fenómeno y cuentan los pedidos más extraños que han hecho realidad.

"Una vez llegó un hombre con un diseño en una servilleta. Contó que lo había hecho en un carrete y que lo quería sí o sí", relata el tatuador Claudio Sáez, del estudio de tatuajes Parasomnia, quien, además, es arquitecto de profesión.

"Mirando bien, era un plano arquitectónico, con algunas elevaciones e instalaciones eléctricas. Él sólo hizo las rayas y resultó eso", dice. "En muchos lados le dijeron que había que arreglarlo, darle color y otros retoques, pero no quería", recuerda.

"Al final lo hicimos del porte que lo había dibujado en la servilleta y de manera exacta", señala.

Cosméticos

Vicente "Nano" Cifuentes lleva más de veinte años trabajando en el rubro y ha visto pasar un sinnúmero de personas por su sillón.

El especialista sostiene que no sólo para recuerdos o simples dibujos se tatúa la gente, puesto que igual acuden a su local, ubicado en la planta baja del Boulevard Gascon, para mejorar ciertos aspectos físicos que no son de su agrado.

"He hecho tatuajes sobre cicatrices que quedan por quemaduras. Las personas prefieren tapar ese tipo de cosas, pero igual es complicado", reconoce.

Según Nano Cifuentes, en estos casos cuesta más la cicatrización y el secado de la tinta, pero de todos modos lo ha hecho en un par de ocasiones.

También dice que las mujeres son las que más le piden trabajos cosméticos.

"Es típico que llegan algunas niñas que no tienen cejas y piden que uno se las tatúe. Al final queda un trabajo bien hecho que realmente parece que fuera pelo", señala el penquista, que ha recorrido Sudamérica en convenciones de la materia.

Además, asegura que ha hecho varios tratamientos de labios. "Marcar las líneas de los labios es bien común, porque con el paso del tiempo va desapareciendo. También los he pintado, así las mujeres andan maquilladas siempre", manifiesta.

Sin embargo, su experiencia más insólita fue cuando "una vez llegó una mujer pidiéndome que le hiciera un tatuaje en el ano, porque no le gustaba el color que tenía", comenta el artista. "Fue una cuestión súper extraña, pero era lo que ella quería, así que lo hicimos sin problemas", agrega.

¿por qué tatuarse?

Pinilla se tatuó el tiro del minuto 119 del partido contra Brasil en el Mundial, ése que pegó en el palo, ya que, afirmó, marcó su vida. A diferencia de eso, los penquistas tienen sus propios motivos para hacerlo.

"Los tatuajes que tengo son en memoria de mis familiares. Tengo tres y todos son para recordar u honrar la memoria de mis cercanos que han fallecido", explica Carlos Riquelme, estudiante de la U. de Conce.

En tanto, Romina, otra penquista con tatuajes, señala que "yo tengo un par de flores, que no tienen mucho significado. Me las hice porque me parecen lindas y sutiles".

Por otro lado, los expertos dan sus propias razones. "Hay miles de motivos para tatuarse, pero eso es cosa de cada uno. Hay gente que se convence de a poco, porque le gusta cómo va quedando y al final terminan agregándole más cosas. Es una tema de motivación", indica Nano.

tiene un estudio

Parasomnia es un estudio de tatuajes ubicado en el segundo piso de la Galería Amanecer, el cual busca romper con el paradigma de estos lugares.

Claudio, su fundador, cuenta que "queremos que la gente deje de pensar que estos son unos antros. Por eso hicimos un local mucho más amigable, para que la gente se interese".

Al ser un estudio, explica, el trabajo es más integral. "Nosotros conversamos con las personas para ver qué es lo que quieren. Porque la idea no es que el tatuador haga lo que quiere, vamos creando con ellos y resulte lo que ellos decidan. La idea es que traigan ideas", dice.

En dicho estudio trabajan seis expertos a disposición de todo tipo de personas. "Yo creo que este lugar es ideal para quienes nunca lo han hecho, porque es amigable, está hecho para eso, para que sea cómodo. A veces viene gente que entra, da unas vueltas y se va", reconoce.

"Trabajar en una galería te ayuda a mostrarle las cosas a todos. Incluso a veces, tenemos la puerta abierta para que conozcan lo que hacemos", sostiene el experto.

"He hecho tatuajes sobre cicatrices por quemaduras

Vicente Cifuentes,, tatuador"

"Era un plano arquitectónico en una servilleta

Carlos Sáez,, tatuador y arquitecto"

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