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Nuestros perros también sufren del "efecto marzo"

@FranCorralS / Francisca Corral | Directora de fundacionjulieta.cl
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Y llegó marzo, el mes del terror para muchos. Es que aunque no hayamos salido de vacaciones, el verano tiene esa cosa rica de estar más relajados, tener menos reglas, el sol nos hace estar más contentos, salimos más a pasear, hacemos picnics en plazas y parques, vamos a casas de amistades y, en definitiva, todo el núcleo familiar pasa un par de meses de mayor armonía y tranquilidad.

Por eso la llegada de marzo es un poco traumática. Pagar mil cosas, los niños entran a sus colegios, en el trabajo vuelve el rigor del año, regresan los tacos en las calles, en fin, se acaban las cosas ricas que nos dieron los meses de enero y febrero.

Y esa especie de mini trauma que vivimos los primeros días de marzo no sólo se aplica a los integrantes humanos de la familia, sino también a nuestros perros. Al igual que nosotros, ellos lo pasaron muy bien echados al sol en nuestra compañía; saliendo mucho de paseo, compartiendo con las distintas visitas que tuvimos en la casa y con niños siempre jugando con ellos, entre otras cosas. En definitiva, tuvieron al igual que nosotros una deliciosa rutina veraniega.

Es por esta razón que la llegada de marzo para ellos no debe ser nada agradable, considerando que a volver a estar más horas solos y sus paseos volverán a ser esas rutinarias caminatas que duran pocos minutos en la mañana y en la noche. Esto, sin contar el fin de la temporada de picnics.

A fin de hacerles menos traumática esta transición, debemos ayudarlos a no sentirse desplazados, aburridos ni bajoneados. Es mucho el cambio y ya sabemos que nuestros perros son seres sociales, que disfrutan más que nada de nuestra compañía. Y pasar de tenernos muchas horas al día a volver a estar solos los puede deprimir mucho, así que debemos preocuparnos especialmente de ellos. Si bien no podemos seguir en "modo verano", sí podemos hacerles más fácil este cambio. Hacer un esfuerzo y llegar antes de la oficina los primeros días, no salir la primera semana para no alargarles la jornada solos, pedirle a los niños que cuando lleguen del colegio jueguen con ellos, comprarles juguetes para que se entretengan durante el día y dejarles una mantita que hayamos usado y que tenga nuestro olor para que no sientan tan fuerte la separación serán iniciativas de gran ayuda.

Ahora, si trabajamos cerca podemos ir a verlos durante la hora de almuerzo o encargárselos a algún amigo o vecino que tenga el tiempo de visitarlos. En definitiva, lo que debemos hacer como "dueños" cariñosos y responsables es hacer un esfuerzo extra por regalonearlos y darles lo mejor en estos días para que no se vuelvan jornadas demasiado difíciles para ellos.

Recuerden que, más que cualquiera, nuestros perros son los que más gozan con nuestra compañía y nuestra presencia lo es todo para ellos. Seamos empáticos con nuestros animales y hagamos el mejor esfuerzo posible para conseguir o mantener su bienestar.

"Al igual que nosotros, ellos lo pasaron muy bien echados al sol en nuestra compañía; saliendo mucho de paseo, compartiendo con las visitas (...)""

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