Un asalto planificado y que fue perpetrado por, al menos, nueve sujetos, se registró durante la madrugada de ayer en la tienda "Upa!" del servicentro Shell de la Ruta del Itata, antes de llegar al peaje. Los individuos, de acuerdo al relato policial, detonaron el cajero automático del recinto, intimidaron con armas de fuego, lanzaron "miguelitos" e, incluso, volcaron un árbol sobre la carretera, para usarlo como barricada. Tres vehículos resultaron con serios daños tras pasar por los bloqueos instalados por los ladrones.
El prefecto de Talcahuano, coronel Alexandro Lupiquini, confirmó que el delito se registró alrededor de las cuatro de la mañana. "Carabineros de traslada al lugar y, en el camino, verifican que existían miguelitos en la ruta, lo cual produjo que los vehículos policiales que transitaban al lugar se vieran imposibilitados de continuar. Además, vieron un árbol que estaba obstruyendo el ingreso a la ruta, por lo cual se desarrolló un amplio operativo".
Portaban armas
Respecto al botín con el que huyeron, indicó que "se sustrajeron cuatro gavetas del cajero automático, del Banco de Chile", aunque el monto deberá ser evaluado por la empresa. Aclaró que "hubo una planificación acuciosa y previa (...) El relato de quienes estuvieron ahí señala que fueron siete personas las que entraron a rostro cubierto y vestidos de negro. Hicieron que los encargados abandonaran el servicentro para saturar con gas. Al menos tres portaban armas de fuego".
En el local, los trabajadores indicaron que atienden las 24 horas, pero señalaron que no se referirían a lo ocurrido.
Tres vehículos resultaron con severos daños al pisar los miguelitos y uno de ellos impactó con las ramas del árbol usado como barricada.
Patricio Medina, uno de los afectados, contó que iban de Concepción a Chillán cuando pincharon sin saber por qué. "Bajamos y vimos los neumáticos con miguelitos. No sabíamos qué pasó y vía Twitter nos enteramos de lo que había pasado en la Shell. Alcanzamos a mantener el equilibrio y, gracias a Dios no pasó nada".
Natalia Ormeño que pasó junto a su pololo pocos minutos después del robo, contó que "vimos los vehículos pinchados. Nosotros pasamos lento y no nos pasó nada. Fue un buen susto".