Alfonso Levet G.
Este mes comienzan a aparecer en Concepción los estudiantes universitarios y con ellos la necesidad de buscar un lugar cómodo dónde vivir durante los 10 meses que dura el año académico.
La oferta es amplia y variada, sobre todo en torno los diferentes campus que hay en la ciudad, cercanía que se refleja en los precios que se piden por las habitaciones.
Prioridad de papás
Generalmente, los estudiantes novatos llegan acompañados de sus padres, que suelen buscar seguridad, buena alimentación y ambiente hogareño.
"Lo que uno busca es que estén cómodos para que se dediquen a estudiar y no se distraigan en otras cosas", cuenta Silvia, madre de un estudiante de primer año de Ingeniería de la U. de Conce, que justamente por estos días está definiendo dónde vivirá su hijo durante el año.
Wifi indispensable
Sandra lleva 14 años dedicada al arriendo de piezas para estudiantes en las Lomas de San Sebastián, así que lo estudiantes que recibe son mayoritariamente de la Católica de Concepción y del Duoc.
Asegura que lo primero que preguntan los jóvenes es por la velocidad del wifi: "No puede faltar, porque lo ocupan para estudiar".
Los padres, en cambio, apuestan por tranquilidad y seguridad en la casa. "Los chicos en la casa son una cosa pero cuando se sienten libres son otra cosa, entonces los papás buscan que haya un adulto que esté con ellos", explica.
Piezas individuales
Otra cosa que ha cambiado con los años es que ya casi no hay estudiantes dispuestos a compartir sus habitaciones, todos quieren piezas individuales.
Sergio, alumno de segundo año de la UCSC, dijo que "uno se acostumbra a su espacio y sus tiempos, en una pieza compartida eso sería más difícil".
Los valores de las piezas individuales, sin alimentación, parten en los $115 mil aproximadamente. Dependiendo de la cercanía y comodidades o servicios, esa cifra puede llegar a los 140 o 150 mil pesos.
Existen algunas casas que se escapan de la norma, sea por funcionamiento o por rango de precios.
Es el caso de una pensión ubicada en calle Los Pinos, cerca de la UdeC, donde no hay muchas restricciones, salvo respetar el espacio del otro.
"Los chicos necesitan independencia pero con estructuras, con reglas. Los cabros explotan en la U, necesitan un espacio de sentirse por fin libres. A los papás les decimos lo que hay acá, si buscan otra cosa, tienen que buscar en otro lado", explica Pablo, uno de los dueños.
115 mil pesos mensuales, aproximadamente, es el mínimo que puede costar una habitación.
10 meses es el período de arriendo de piezas. Algunos arriendan a turistas en el verano.