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"Chocolate": el perro que la lleva repartiendo gas

Se ha hecho conocido por acompañar a su dueño arriba de un triciclo eléctrico en Escuadrón y Lagunillas durante las entregas. La gente los saluda y hasta les piden fotos.
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Alfonso Levet G.

La escena se ha vuelto conocida para vecinos de Lagunillas y Escuadrón cuando piden un balón de gas: a bordo del carrito de una moto, y acomodado entre los balones del reparto, llega un vistoso y peludo perro de color café acompañando a su dueño.

Y es que desde casi un año que el simpático "Chocolate" acompaña a Israel Fontena en su triciclo eléctrico para repartir balones de gas por los barrios de Coronel.

Así partió todo

El perro llegó a la casa el año pasado acompañando al otro can de la familia, "Negro", y rápidamente se convirtieron en los mejores amigos, aunque sólo él se entusiasmó en el negocio familiar.

Israel Fontena y su mujer se hicieron cargo del animalito y terminaron por adoptarlo, así que no saben bien cuántos años tiene, pero creen que probablemente tenga menos de un año, por lo juguetón y porque tiene actitudes como de cachorro.

"Ahora anda medio enamorado parece, pero apenas ve que me acerco a la moto, va y se sube para salir a dar vueltas", explica el dueño.

Cuenta que lo de acompañarlo al trabajo surgió casi por casualidad, porque al principio sólo corría junto a la moto cuando el reparto era cerca. "Pero un día que me siguió a un reparto por acá cerca se asustó porque salieron unos perros de otro lado a atacarlo, así que se subió arriba y yo lo acomodé entre los balones; después se acostumbró y nunca más se bajó", cuenta el comerciante, que lleva casi 20 años trabajando en el rubro en Coronel.

Clientes lo conocen

El repartidor cubre sectores como Jorge Alessandri, Escuadrón Sur, Lagunillas, La Peña y la población Pocuro, y los clientes ya saben que siempre viene acompañado por el fiel "Chocolate".

Carlos Soto, uno de los clientes, afirma que "las primeras veces que lo vi por supuesto que me llamó la atención, porque apenas el caballero echa a andar la moto el perrito se sube al tiro, lo sigue por todos lados. Después uno ya se acostumbra, pero no deja de ser llamativo".

Otro vecino del sector, Jorge Vargas, cuenta que "hace mucho tiempo que soy cliente de don Israel y desde el año pasado que empezó a llegar con el perro arriba de la moto. Llama la atención porque no es frecuente que ande un animalito arriba de la moto trabajando, pero es bien manso, no molesta nada".

La moto en cuestión es un triciclo eléctrico que Fontena compró el año pasado en Santiago y que le ha funcionado perfecto para el negocio.

El repartidor cuenta que apenas vuelven de un reparto enchufan el triciclo para que se cargue.

Una carga de la batería rinde para andar cerca de 30 kilómetros, por lo que además resulta conveniente. "Lo único es no cargar demasiado atrás", explica.

Fotos y saludos

Pese a todo, el más fanático del triciclo es el propio "Chocolate": "Le gusta salir en la moto, se sube solo; pero si tengo que hacer un reparto más lejos y voy en la camioneta, no está ni ahí, no pesca", dice Fontena.

Las vueltas del reparto con el perro entre los cilindros de gas ya se está volviendo algo familiar para los clientes, pero todavía hay quienes se sorprenden cuando los ven arriba del vehículo en la calle.

La gente le saca fotos o graba videos e incluso algunos le han pedido derechamente que les dé un momento para llevarse un recuerdo de "Chocolate" arriba del triciclo.

"El otro día me di cuenta que iban grabando desde una micro, la gente y los niños nos saludan, nos hacen con el dedo arriba. A veces ven los balones de gas y nos gritan "¡cámbiate al amarillo!".

"Si tengo que hacer un reparto más lejos y voy en la camioneta, no está ni ahí".

Israel Fontena,, vendedor de gas."