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Rocío se suma a la locura por Maluma en el Festival: "Es el amor de mi vida"

En medio de la locura generada en Viña del Mar por la presencia del artista colombiano, a la argentina le encargaron seguirlo. "Voy por Maluma con todo", soltó coqueta.
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Camila Espinoza López

Rocío Marengo, la trasandina que en estos días se desempeña como panelista de "La Mañana de CHV", es una de las figuras que se suma al fanatismo que genera el artista colombiano Maluma, quien se ha convertido en el más popular de Viña.

Tanto es así que la argentina no podía ocultar ayer su entusiasmo cuando le dieron la misión de asistir a la conferencia de prensa del jurado de Viña. En el encuentro, Maluma fue quien acaparó la atención de la prensa y la trasandina, en representación de su programa, le preguntó por su show en la Quinta Vergara y se ofreció para cantar con él sus temas.

El sábado, día en que el artista llegó a Chile, Marengo siguió al expositor del reggaetón junto a un equipo del programa y cuenta que espera volver a verlo: "Me tocó venir a cubrir a Maluma. Voy por Maluma con todo. Es espléndido. Además de lindo y simpático, tiene una luz especial. Transmite algo más. Siento que es el amor de mi vida. Lo encontré jajajaja".

-¿A Maluma le habrá pasado algo también?

"Sí, sentí que había una química. Le decía a Pamela (Díaz) en el matinal, pero ella me decía que no".

-¿Vendrá otro encuentro?

"Vamos a ver. Por ahora soy una fan".

-¿Se queda en CHV sólo por Viña?

"Empecé en CHV en el matinal, por ahora. Voy paso a paso".

-Con Pamela Díaz, quien temporalmente está conduciendo el programa, parecen llevarse muy bien.

"A mí me gusta mucho el perfil de la Pame, su humor. Me parece una mina buena onda. Tenemos mucho "feeling" en cámara y un equipo de varones que también nos potencia. Con Pame no competimos y nos potenciamos".

El almuerzo

Al igual que Marengo, las fanáticas de Maluma siguen cada uno de sus pasos. El domingo, el artista, junto a los otros miembros del jurado de Viña del Mar, fueron al restaurante Chez Gerald para almorzar.

Mientras comían un variado menú de carnes y pescados, acompañado de pisco sour, cientos de fanáticos -además de algunos bañistas- se congregaron en el frontis del recinto, cerca de las 14:00, para esperar a su ídolo, con cámaras y hasta un retrato hecho a lápiz.