Dragon Ball Z inspiró obra donde break dance se toma el escenario
Algunos de los movimientos que Goku, Gohan y Vegeta inmortalizaron en la serie animada son replicados por la creación de estos artistas. Su mensaje es sobre los costos y consecuencias que trae aparejada de la vida moderna.
"La habitación del tiempo, entrar es la única salida". Tal es el nombre de una exitosa obra de teatro penquista de la que se está hablando por todos lados, debido a la utilización del break dance como lenguaje principal. "Somos tres bailarines que quisimos innovar realizando un espectáculo basado en la comunicación corporal mediante la danza", indica Roberto Roa, quien es director de la obra.
En términos generales, este trabajo cuenta la historia de tres viajeros inter dimensionales que se unen para investigar el tiempo en la tierra. "Se juntan porque ven que en la dimensión humana se les está muriendo el planeta, ya que las personas no están viviendo su vida como debería ser producto del trabajo, de todo lo que genera el estrés y de lo que conlleva ser tú mismo", explica.
Los personajes, indica Roa, tienen como objetivo analizar el tiempo y así demostrar a la humanidad que se puede ser feliz pese a todo. En este sentido, Dragon Ball Z fue parte importante del proceso creador de la obra. "Nos inspiramos en escenas, en movimientos, y también en el sonido. Ocupamos dos temas de su banda sonora".
"Estos monitos te abren la mente en todo momento, porque siempre están hablando de dioses, de dimensiones y otros mundos. Además de viajar, de ser feliz y de la importancia de la familia. De valores súper profundos", añade.
-Pero igual de violencia…
"Sí, la muestran harto. Sin embargo, igual exponen a gente afectada por estos actos, a promotores de ella y gente detractora. Son varios puntos de vista y eso es lo bueno (…) Además hay una imagen concreta en la serie que es una nube y que, para subirte a ella, debes ser puro de corazón. No creo que ningún otro dibujo animado promueva eso. Algo parecido es lo que tratamos de transmitir con nuestro trabajo".
En este punto, el artista comenta que replican incluso algunos de los movimientos que Goku, Gohan y Vegeta ejecutaban, mediante el break dance. "La idea siempre es transmitir las emociones al máximo, como el ¡Haaaa! (brazos arriba). Ya que pensamos que el lugar que habita el tiempo es en el cuerpo. Esa es la habitación del tiempo, la realidad que nosotros percibimos a través de los sentidos".
"Nos reflejamos en este animé porque entrenamos mucho para conocer nuestro cuerpo. Entendimos que, mediante la conciencia de ser, tú puedes expandirte y ser muy feliz. Puedes estar tranquilo, no te enfermas, duermes mejor, etcétera. Y la serie japonesa habla de superarte a través del entrenamiento. Y ese es un principio fundamental que nosotros realizamos en el break dance como disciplina. Es como un desapego al cansancio, es un estado mental donde siempre puedes más, donde no temes y ves a la muerte como algo natural de la vida".
Asimismo, los bailarines tomaron como inspiración la estética de Dragon Ball Z. "Ponemos unos cortavientos súper ochenteros, muy bonitos. Tienen hombreras y son de colores muy llamativos. Son de una onda muy futurista. Para abajo utilizamos unos pantalones anchos, fabricados con una tela especial para bailar break. Con respecto a lo último, Dragon Ball Z, nos llevó a utilizar esta ropa… Ya que ellos lo mismo hacían, utilizaban vestimentas cómodas porque son guerreros y viajeros de otras dimensiones".
La obra
"La habitación del tiempo" es un trabajo que se gestionó durante el 2016. La idea surgió en una de las tantas reuniones que los artistas realizan. "A los chiquillos, Daniel Sáez y Jacob Ordoñez, los conozco hace como tres años. Y hace un tiempo, nos vinculamos con crew de break dance y como compañía de danza contemporánea (…) Decidimos realizar un espectáculo grande y en abril del año pasado empezamos a montar esta obra. Fue un proceso que duro ocho meses", cuenta Roberto.
Lo primero que llevaron a cabo fue realizar una investigación del tiempo, cuyo propósito fue entender cómo se podía ejecutar este término coreográficamente. "Estudiamos la ciencia, la religión, la filosofía de varios autores como Newton, Einstein, Kant, Aristóteles, Sócrates, etcétera. Buscamos fuentes que hablaran al respecto. Además, lo analizamos desde el punto de vista de nuestras vivencias. Por ejemplo, Daniel es muy cristiano y conoce mucho de la Biblia. Personalmente, tengo estudios budistas que los aprendí con un amigo en México, donde teníamos otra manera de ver la realidad, y también sirvió". Incluso, añade, recibieron una charla de un psicólogo sobre lo que es el Tiempo.
Posteriormente, comenzaron a ingeniárselas con respecto a los movimientos que exhibirían dentro de la obra.
-¿Es sólo break?
"No. También hacemos sonidos de beat box y en el equipo tenemos al mejor, que siempre gana todos los concursos. Daniel es un old school y le da su toque al tema. Todo lo que hicimos con la comunicación, quizás es una mirada que heredé del Calaukan, que es la escuela donde estudié danza antes, ya que ellos creaban un lenguaje nuevo para una obra nueva. Entonces, aplicamos este idioma que es el break y con los chiquillos que son tan creativos, de la nada se inventan unos movimientos chiquititos como de marionetas y terminan haciendo un salto mortal o girando en el piso".
Un ingreso extra
La idea que levantar la obra también tuvo como finalidad concretar un trabajo independiente que les pudiera generar un ingreso extra. "Necesitábamos ocupar nuestro tiempo con algo que nos ayude a vivir (…) Queríamos ganarnos la plata bailando porque a eso nos dedicamos y dejar un poco de lado las clases, aunque la pasamos muy bien haciéndolas", explica Roberto Roa.
Hasta el momento, la obra suma cuatro presentaciones. "Nuestro objetivo es llevarla por todo Chile y después irnos al extranjero, específicamente a México. La verdad es que estamos armando una gira allá. Yo viví dos años en ese país y me hice una red de contactos muy buena (…) Sólo estamos esperando juntar la plata que necesitamos para viajar", asegura.
La verdad es que, en estos momentos, los artistas han costeado toda la obra y por eso no cuentan con los recursos para emprender tan pronto un nuevo desafío. "El vestuario, la escenografía, la iluminación y todo lo demás ha salido de nuestros bolsillos. Nos ha costado harto, pero nos sentimos orgullosos de lo que hemos realizado. Eso sí, Ximena Bizama, nos ha ayudado harto prestándonos su academia para realizar nuestros ensayos", destaca.
"La serie japonesa habla de superarte a través del entrenamiento. Y ese es un principio fundamental".
Roberto Roa,, director de la oba"
"Dragon Ball Z, nos llevó a utilizar esta ropa… Ya que ellos lo mismo hacían, utilizaban vestimentas cómodas".
Roberto Roa,, director de la obra"