La vida de los voluntarios en el Puesto de Mando del Puente 2
En el lugar, bomberos de distintas compañías de Concepción y de otras localidades, en conjunto con profesionales y militares, comparten en el lugar que, hoy por hoy, es casi como su casa.
Por estos días, es como su segunda casa. Desde ahí, esperan salir a las diferentes contingencias, pero mientras no lo hacen, comparten en el lugar voluntarios de diferentes compañías de Bomberos, soldados, enfermeras, paramédicos y choferes. Es el Puesto de Mando, ubicado en el Puente 2 de Concepción, quienes han generado lazos de compañerismo y unión para hacer frente a los incendios forestales que han azotado a la zona.
Un lugar como "casa"
En la entrada del Puente 2, en un lugar a orilla del camino, en lo que sería una especie de patio de una bodega, con algunas pequeñas casas a su alrededor, se montó el Puesto de Mando. Ahí, este viernes 3 de febrero, en un día con menos movimiento de siniestros, los voluntarios aprovechan de descansar, conversar entre ellos y tener listos y dispuestos los carros para salir ante cualquier emergencia.
Jaime Bahamondes, honorario de la Cuarta Compañía de Bomberos de Concepción, cuenta que la gente que por allí pulula se va relevando cada ocho horas, por lo menos la de su carro de las comunicaciones. Cuentan con equipo radial y dotación de personal al igual que una ambulancia "en caso de".
"Tenemos una unidad forestal (de la Octava Compañía de Bomberos de Concepción) y la bomba convencional en resguardo, en caso de cualquier cosa inmediata pueden salir a verificar. Acá también tenemos combustible, camiones aljibe, hemos sido acogidos por los vecinos que nos han facilitado sus hogares para interrumpirlos un tiempo", relata.
Ahí duermen y son atendidos por una carpa médica que la Municipalidad de Concepción instaló en el lugar. De igual modo, habilitaron un comedor para comer las colaciones que les llegan cada cierto tiempo. El por qué, explica, es para evitar ir a sus casas y perder minutos valiosos ante algún incendio.
Condiciones que ellos agradecen, es que, como señala Bahamondes, "el trabajo ha sido arduo, bastante arduo, especialmente para las unidades forestales. Si bien todo el Cuerpo de Bomberos ha dado harto, las unidades forestales son las que más se han visto mermadas en ese sentido. Ahora estamos un poco más tranquilos, comparados con los días anteriores".
Siempre en la unidad hay alguien despierto, no se puede dormir porque alguna comunicación puede haber. "Los muchachos duermen en los carros y ahora existe una carpa, en la que se turnan para dormir", apunta
Para Jaime, el contacto de varias unidades en el lugar ha hecho más grato el trabajo. "Es un buen grupo, acá somos uno solo. Si vienen unidades de afuera, somos todos bomberos. Llega Carabineros o el Ejército y se les ofrece algo para que la estadía sea lo más amena posible, que el trabajo sea grato, y descansado para no exigirse tanto", destaca.
Para Cristian Knudsen, voluntario de la Primera Compañía de Bomberos de Concepción, el trabajo ha sido extenso y coordinado. "Desde aquí se ven todos los focos de fuego. Ha sido una labor muy ardua, de varios días. Es un trabajo en terreno que requiere de un gran esfuerzo logístico, no sólo de recurso humano, sino que técnico también", dice, al tiempo que cuenta que para vivir en el Puesto hay que mantener el ánimo súper arriba.
"Como te das cuenta, el terreno no es lo más rico. Acá uno llega con sed, con hambre, cansado, pero hay que mantener siempre el espíritu arriba de los compañeros para poder pasarlo bien. Acá estamos en un puesto de avanzada donde llegas a descansar, si es que llegas, y hay que salir al tiro", agrega.
Ahora, comenta, están en la fase más tranquila, pero no por ello menos alerta. Y tal como dice Jaime, "ha sido un trabajo cansador, muy arduo, complicado, pero gracias a Dios hemos tenido el apoyo de otras comunas y ciudades para hacer un relevo, ya que el cuerpo está súper agotado, así que ahí hay un gran encuentro entre las Primeras Compañías".
Además, una inyección de energía aparece cada vez que llegan sus colaciones y raciones. Ahí, "caritas contentas" y frases como "gracias" o "te pasaste", hacen lo suyo. "Cuando se discute si debe ser pagada o no la labor de bomberos, con esas caritas en la comida uno se da por pagado", subraya el voluntario, que evidencia que ellos pueden pasar hasta 30 horas arriba del carro combatiendo los incendios, por lo que el apoyo sicológico es importante.
En el lugar también están apersonados los voluntarios de la Primera Compañía de Bomberos de Temuco, quienes llegaron a apoyar a sus colegas y hacer relevos.
Francisco Calisto, de dicha unidad, comparte en el comedor con sus compañeros como en una gran familia. De aquí, dice, es organizado y están preparados para lo que pueda ocurrir.
"El estar acá genera lazos, momentos de convivencia, intercambiar opiniones, las mismas experiencias de vida de estos últimos días, que no han sido fáciles", relata.
El apoyo necesario
En la entrada del Puesto de Mando, soldados están pendientes de lo que sucede. Ellos, según explica el subteniente Sebastián Méndez, del Regimiento Buin, tienen como misión, más que nada, darle tranquilidad a la población y marcar presencia. "Si llegara a ocurrir algún incidente, la gente tiene claro que nosotros estamos presentes y en apoyo de la comunidad", señala.
No están de punto fijo, realizan patrullaje diurno y nocturno. La idea es que las unidades puedan desplegarse hacia los lugares más boscosos y marcar presencia y tranquilidad, reitera. Cada cierto momento pasan por el Puesto de Mando, donde Méndez sostiene que es relevante destacar el sacrificio de los bomberos. "También es importante este lugar, pues nosotros sacamos información del sector con ellos, quienes nos indican donde hay focos, si hay alguien con alguna actitud sospechosa también".
En otro sector del lugar, Daniela Cares (paramédico), Susan González (enfermera) y Mauricio Segura (conductor de la ambulancia), de la Dirección de Administración de Salud de la Municipalidad de Concepción, pasan prácticamente todo el día en el lugar, atendiendo a los voluntarios y lugareños que así lo requieran.
"Han presentado dificultad respiratoria, curaciones de heridas simples. Lo más grave han sido las descompensaciones de bomberos a causa del cansancio, la alimentación y el humo", cuentan.
Daniela relata que la experiencia ha sido nueva, porque es un ambiente en el que no saben qué puede pasar. "Siempre estamos atentas", dice.
"Acá igual estamos peligrando, pero sabemos cómo salir. Nos sentimos muy seguras con los bomberos acá", añade Susan.
A Mauricio, el primer día le tocó más pesado. "Me quedé hasta el otro día cuando estuvo complejo", revela.
Al otro lado del lugar, Adolfo Torres, conductor del camión aljibe de Geomáquinas, que apoya a la empresa Sacyr, y Manuel Collio, del camión aljibe Rampla, han sido quienes mantienen con agua los carrobombas. La rapidez y agilidad corre por cuenta de ellos.
"Acá todos nos apoyamos. Si uno tiene hambre, frío o sed, nos ayudamos", dice Torres.
Lo mismo destaca Collio, quien trata de ayudar en lo más que puede en la contingencia. "Me he sentido bien acogido acá, el compañerismo es bueno", señala.
"El trabajo ha sido bastante arduo, especialmente para las unidades forestales"
Jaime Bahamondes,, honorario 4a Cia de Bomberos"
"Cuando se discute si debe ser pagada o no, con esas caritas en la comida uno se da por pagado"
Cristian Knudsen,
voluntario 1a Cia. penquista"