Afecto y retomar la rutina: vital para pasar el trauma
Equipo de psicotrauma describió las caracteristicas y cuidados de esta emergencia.
Significativas son las diferencias que existen entre una emergencia relacionada a un terremoto, como es la experiencia en la región, y la de los incendios. Así lo confirmó el siquiatra jefe del Equipo de Psicotrauma del Servicio de Salud Concepción, Nelson Pérez.
"Hay tres factores fundamentales: la pérdida del hogar, que aquí prácticamente fue absoluta, donde no se pudo rescatar objetos de valor simbólico familiar, lo que genera un sentimiento de pérdida mucho mayor", señaló.
En segundo lugar: "El daño, que es mucho más grave, es el espacio ecológico ambiental circundante. No sólo cambió la casa, sino que al mirar varios metros, se ve un espacio yermo, completamente diferente al espacio acogedor al cual ya estás acostumbrado", explicó, añadiendo como tercer punto, "el factor productivo: muchas familias rurales vivían de la tierra en torno a sus casas, lo que genera un pérdida económica a largo plazo".
Lo impredecible de un incendio, genera síntomas de ansiedad mucho mayores. "Acá existe el riesgo de que el fuego vuelva a aparecer. En un terremoto, si bien existieron réplicas constantes por un buen tiempo, uno se da cuenta que es progresivamente menor", explicó.
Grupos de riesgo
Adultos mayores, enfermos crónicos, niños y personas con enfermedades psiquiátricas preexistentes, son aquellos grupos de riesgo en los que se debe poner especial atención.
La psicóloga Paula Rodríguez señaló que efectivamente los niños sometidos a la experiencia de los incendios en su entorno, pueden presentar pesadillas. "Es importante señalar que cómo reaccione el adulto, va a ser la reacción del niño. Normalmente si uno mantiene la calma, ellos también", apuntó la profesional.
"No es recomendable evadir el tema. Si el niño quiere hablar hay que dejarlo, pero no incitarlo. Es importante que se distraiga y volver de cierta forma, dentro de lo posible, a las rutinas. Los niños necesitas rutinas y cierto margen de acción", dijo.
La psicóloga del equipo estableció además que "van a necesitar mucho consuelo efectivo, consuelo cercano. Van a necesitar más cercanía física. Abrácelo, béselo", recomendó.
En cuanto a los tiempos de recuperación y los síntomas, comentó que "la mayoría de los niños recuperan su apoyo durante las primeras semanas, si persiste por dos o tres meses quizás sea bueno consultar a un especialista".
Pero aclaró que las conductas como irritabilidad, llanto, un poco más de agresividad y conductas regresivas, son normales en estos momentos.
"Los niños van a necesitar más cercanía física: abrácelo, béselo"
Paula Rodríguez, psicóloga."