Incendios asestaron duro golpe al motor productivo de la región
Para muchos, retomar la actividad económica que desarrollaban es una tarea difícil, sobre todo para quienes trabajan en la tierra, que no permite ser utilizada a la brevedad.
Los incendios no cesan. Sin embargo, no son pocos los mipymes, agricultores o empresarios que, poco a poco, han podido hacer un catastro de sus pérdidas. Para muchos, hoy, lo más rápido es levantar un hogar. Pero ¿Qué pasa con sus fuentes de trabajo? Para un grupo importante de personas podrán pasar años antes de que puedan volver a levantar sus negocios.
Los más afectados
Uno de los sectores más deprimidos con los incendios es el forestal. Acá, no sólo están las grandes empresas, sino que también aquellos pequeños empresarios que no cuentan con seguros ni las medidas de seguridad a gran escala para evitar situaciones de esta naturaleza.
Según Corma, el sector forestal genera empleos directos para unas 120 mil personas e indirectamente para unas 180 mil, sin contar con 120 mil empleos rurales no asalariados. En la zona, se han consumido más de 50 mil hectáreas, algo que, señalan, generará pobreza extrema en sectores que antes eran productivos. De 61 pequeños y medianos productores forestales que pertenecen a la entidad, 12 han sido afectados por los incendios, con pérdidas incalculables.
Pablo Mieres contaba con un predio de 560 hectáreas en Florida. De esos, sólo quedaron sin daño 60, que corresponden a vegas. "El resto se quemó todo. Es una pérdida total. Todavía no veo los pinos, pero no se puede utilizar nada. Hay 250 hectáreas de eucaliptus globulus; 90 de plantación de pinos jóvenes, entre 2 y 15 años; 15 hectáreas de eucaliptus de menos de 5 años. Y un pino de adulto, a punto de cosechar, de 50 hectáreas. También un bosque adicional de 50 hectáreas de pino joven de 12 años", detalla.
De momento, no ha cuantificado cuánto han perdido, pero a priori es millonario. Lo peor es que, para volver a echar a andar su negocio nuevamente, Conaf les pide un mínimo de dos años para hacerlo. "En el caso de un incendio o una corta que se realiza en un bosque, que es preferentemente forestal, y que se ha bonificado, se tiene un plazo de dos años para reforestarlo, siempre y cuando el terreno haya sido plantado con bonificación. No hay ningún tipo de aporte ni subsidio para nosotros", explica, agregando que esperan que las autoridades les tiendan una mano.
Fomentar el turismo
Sólo un empresario del turismo resultó con pérdidas en su negocio en Concepción a causa de los siniestros. No obstante, a pesar del panorama alentador, el área se ha visto mermada en la zona.
Según señala la directora de Sernatur, Paola Núñez, están monitoreando día a día con los empresarios, debido a la emergencia, pero aún no pueden hacer un balance más exacto.
Sin embargo, "la reserva y ocupación se han visto afectada. Tuvimos una baja entre jueves y viernes. El fin de semana estuvo marcado por tasas de ocupación muy bajas en la mayoría de los destino de la región. Los destinos que están trabajando de manera normal son la provincia de Arauco y Valle Las Trancas", indica.
Los motivos radicaron en la presencia del humo y los cortes de carreteras que hicieron reprogramar a muchos sus reservas y vacaciones.
Para recuperar la temporada, la directora adelanta que levantarán una campaña de promoción post emergencia.
"Una vez que la contingencia se haya controlado, para dar a conocer la operatividad de los destinos, porque también existe mucha desinformación, la gente que no es de la región puede pensar que los lugares no están operativos lo cual no es así, están funcionando".
Difícil reconstrucción
En localidades como Hualqui, las familias lo perdieron todo, considerando que alrededor del 50% de la superficie de la comuna resultó siniestrada. Del programa Provenzal, existen 377 familias. Sin contar aquellas que no están dentro de éste. Es decir, los afectados sumarían entre 500 a 600 hogares.
Al respecto, Macarena Araneda, jefa de la oficina de Desarrollo Económico Local y Fomento de la localidad, explica que ellos trabajan con los comités agrícola, de flores y de campesinos, que son los que trabajan en las ferias libres. En ese sentido, dice, "el sistema productivo es el tema más grave que la pérdida de viviendas. El sustento familiar se perdió todo. Para nosotros es un tema mucho más grave. Una vivienda se puede recuperar, pero años de producción no".
Cosechas, viñedos, invernaderos, plantas de regadío y terrazas de cultivos fueron consumidas por el fuego. "La gente está con angustia, sabemos que esto tiene un trabajo de largo aliento. Sabemos que cultivar una tierra quemada no es algo que lo vamos a hacer de un mes a otro. Hay que tomar planes, inversiones en riego, mejoramiento de suelos, para poder empezar recién a reactivar los suelos y poder agilizar el tema de la economía local. Muchas personas producen para el autoconsumo, pero también comercializan a menor escala", señala.
A nivel regional, el director de Indap Bío Bío, Andrés Castillo, informa que existen 791 afectados, que son usuarios de la entidad, pero que pueden ser más.
"Tenemos que levantar en los perímetros de los focos de incendios, cuáles son los agricultores afectados, sus roles, estamos cruzando bases de datos. Pero además tenemos que rastrear las zonas afectadas, no sólo para identificar los usuarios nuestros, sino que también los que son potencialmente usuarios de Indap".
Agrega que "es un proceso que no es rápido, lleva su tiempo. Lo que queremos hacer como Gobierno es una planificación de la reactivación productiva, eso significa reponer parcial o totalmente los sistemas que ellos tenían. Necesitamos generar instancias para que puedan tener ingresos. Es un proceso paulatino, queremos hacerlo muy bien".
Una oportunidad
Manuel Arístides Neira tiene su pequeña viña en Guarilihue, lugar donde "estamos con puro humo, un poco de incendio por acá, hay un poco de eucaliptus quemado. Va a afectar la producción. Está compleja la situación".
Allá, ellos viven de la producción de las viñas y, frente a esta situación, no saben qué pasará. Hoy sólo se preocupan de apagar los incendios para no perder toda su fuente de trabajo. "Se puede salvar algo, se levanta el negocio. Quizás nos traiga beneficios el que en Maule se hayan quemado viñas. Esperamos que llegue ayuda del gobierno para poder mantener nuestros trabajos", señala.
Según detalla Demy Olmos, enólogo de la Municipalidad de Coelemu, en el Valle del Itata hay varias viñas que se han visto afectadas por el fuego, que es daño directo, pero también está el indirecto, que es cuando la planta se ve afectada por el calor.
"La calidad del racimo se verá afectada. Las plantas de acá son más rústicas, monosintetizan de 25 a 35° C. Tuvimos 42°, por tanto la fotosíntesis se vio obstruida", explica.
Al igual que Manuel, para Demy la destrucción en las viñas de Maule puede ser una inyección positiva a la zona, ya que la demanda se situaría ahí. Claro que, esperando que los incendios no los afecten de manera negativa.
"No hay ningún tipo de aporte o subsidio para nosotros"
Pablo Mieres,, forestal afectado."
"La gente está con angustia, sabemos que esto tiene un trabajo de largo aliento"
Macarena Araneda,
jefa de la oficina de Desarrollo Económico Local y, Fomento de Hualqui."