Familias, clubes y amigos se unieron en caravana solidaria
Cientos de voluntarios llegaron hasta Florida para llevar su ayuda y esfuerzo a las familias que lo perdieron todo.
No había que avanzar muchos kilómetros por el camino a Florida para darse cuenta que la solidaridad del chileno no iba a quedarse en casa esta vez. Eran cientos los voluntarios que, en caravanas, autos particulares o incluso haciendo dedo intentaban llevar ayuda o su propio esfuerzo hasta las zonas más afectadas por los incendios forestales.
Algunos se detuvieron a rematar focos ya controlados pero humeantes, mientras que otros improvisaban letreros para pedir cosas que faltaban en los lugares donde estaban. "Agua" y "guantes", fueron los más vistos.
Ayuda a los que ayudan
Elsa Restelli y su familia tenían planificado participar con un puesto de mote con huesillos en las fiestas criollas en Coihueco, pero éstas fueron suspendidas por la catástrofe.
"Le propuse a mi marido poner el puesto por un día y con lo que recaudamos compramos cosas para venir a alimentar a todos los voluntarios, porque andan tomando agüita y sin alimentarse, pero ellos también necesitan ser atendidos", contó.
Mientras prepara cazuela junto al cerco de una de las casas destruidas por las llamas en el sector El Naranjo, Florida, explicó que como familia tienen una vocación por el servicio: "Siempre hay que ayudar al prójimo. Andamos en familia, los niños andan ayudando por allá abajo".
Carpas como refugio
Silvia Pino es una de las personas que lo perdió todo en dicho sector. Cuenta que no alcanzaron a salvar absolutamente nada porque el fuego se les vino encima con mucha rapidez y sólo pudieron refugiarse en la berma del camino y hacer señas a una camioneta que los alejó de las llamas.
Afirma que son varias las familias que viven en el lugar y casi todos son parientes. La primera noche tras el incendio tuvieron que dormir en el suelo y bajo unos árboles ya quemados, porque todavía no tenían las carpas que les regalaron y que les sirvieron como refugio la noche siguiente.
"Doy gracias a todas la personas que nos han venido a apoyar, porque han visto la necesidad y nos han apoyado mucho, se han portado muy bien".
Organizados
Desde Chiguayante, y a través de Facebook, las cuñadas de Luis Colihuinca organizaron un centro de acopio en San Sebastián de Manco, para ayudar a quienes quedaron con lo puesto. "Conocemos todo el sector, así que sabemos dónde llevar la ayuda", indicó.
Junto a sus parientes, distribuían alimentos de consumo inmediato, como bebidas lácteas y yogures. "Nos hemos encontrado con voluntarios hasta de Puerto Montt", expresó.
En un grupo de What-sapp, Paulina Calcagno y otros familiares se organizaron para llevar ayuda a Florida. Antes de salir pasaron a un supermercado a comprar pan, agua y otras cosas para ellos mismos.
Daniela Higueras también pasó a El Naranjo, cuando se dirigían a San Sebastián de Manco. En la parte de atrás de una camioneta llevaban ropa y alimentos no perecibles, pero también dulce y juguetes para los niños. "Nos organizamos como grupo de familia para ayudar a la gente, pero también cosas para los niños", señaló.
"Son gente que no conozco, pero son muy humanitarios. Me vieron desde el camino que estaba tratando de parar una rancha solo y me vinieron a ayudar", contó Héctor Berrocal, que como varios en el sector, no pudo rescatar nada antes de arrancar, ni siquiera al perrito de su hijo. "Esto lo anima, lo inspira, lo levanta a uno", dijo.
Retorno
Ya en la tarde, una interminable columna de vehículos llenos de voluntarios comenzó al retorno desde Florida a Concepción. Rostros exhaustos pero satisfechos respondían alegres el saludo de vecinos en el camino que salían a reconocer su esfuerzo.
Familias, amigos, instituciones y voluntarios que llegaron a dedo se unieron en un trabajo mancomunado con el único fin de ponerle el hombro a quienes lo perdieron todo. Uno de los grupos que emprendía el retorno era el club Nueva Los Lobos, que tras una extenuante jornada volvía a Talcahuano con la satisfacción de haber podido ayudar a los que más lo necesitan.
"Le doy gracias a todas la personas que nos han venido a apoyar, porque han visto la necesidad"
Silvia Pino,, damnificada"
Ejército a cargo
Para centralizar y agilizar la distribución de la ayuda recibida, el Gore designó al regimiento Chacabuco como centro acopio. Se informó que todas las acciones de voluntariado deben informarse y coordinarse con el Ejército, quienes también limitarán el acceso a las zonas de emergencia, como una forma de organizar la ayuda, según informó el jefe de la Defensa, contraalmirante Marcelo Gómez.