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Conozca el secreto detrás de las sabrosas humitas de Concepción

Dicen que la ciencia está en el cariño y en la preparación de esta tradicional receta criolla. Algunos agregan margarina otros mantequilla, e incluso, crema de leche para darle un toque más gourmet a su producto.
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Andrea Neguiman Pozo

No cabe duda que una de las preparaciones más deliciosas del verano son las humitas. Restaurantes, cocinerías e incluso supermercados ofrecen sus propias recetas tentando el paladar de quienes caen rendidos ante tal exquisito manjar.

"Hornitos de Caszely" es uno de los locales que cuenta con una de las mejores recetas de la zona. "La magia que tienen nuestras humitas está en el cariño que le ponemos en su preparación. Eso hace que queden exquisitas y que gusten a muchos", explica su dueño, Oscar Saravia.

Sin embargo, añade que su ciencia también está en utilizar verduras frescas en un 100%. "Todo lo que ponemos es natural. Es puro choclo, albahaca, cebolla y algunas cositas que le agrega mi señora para darle un toque especial", indica.

¿Cuál serían esos condimentos extras? Es la pregunta que varios se hacen, pero pocos logran una respuesta tan certera al respecto. "Lo único que podemos decir es que le ponemos mantequilla y crema, que le dan un sabor extraordinario al menjunje. Además se le agregan otras cositas que son secretas y que sólo mi mujer sabe. Ella estudió gastronomía y es, en definitiva, quien hace que la receta se convierta en única", señala.

Preparación

Para realizar una buena humita sí o sí se le tiene que poner harto corazón, debido al gran esfuerzo que se realiza al cocinarlas. "Nuestro trabajo comienza a eso de las cuatro de la tarde cuando nos vamos todos a La Vega, a esperar a los camiones de los choclos", indica Saravia.

Cuando se tienen reunidos todos los productos, vuelven a la casa. Según señala el locatario, sería tipo ocho de la noche. Ya instalados en el patio de su hogar, comienzan la ardua labor de limpiar los choclos. "Siempre trabajamos los tres: mi señora, mi hijo y yo. A veces también se suma mi pequeña hija, que nos ayuda hasta cuando le da sueño (...) En el proceso de pelar, rebanar y moler, perfectamente nos pueden dar las cinco de la mañana. Normalmente, nos acostamos a dormir unas tres horas, para continuar con la segunda patita de la pega, que es rellenar y cocerlas", explica Saravia.

Son cerca de 400 los choclos que se pelan, que alcanzan para unas 500 o 550 humitas. "Me las tienen que reservar, porque se me van altiro. La mayoría de las ocasiones las preparo a pedidos. No ponemos nunca un cartel para venderlas por unidad ni nada de eso, porque no nos dan las manos para hacer más", especifica.

- ¿Quiénes son sus clientes?

"El 90% de las ventas que realizo a diario son de personas externas a la población".

En este punto, aclara que gran parte de su clientela son personas que conoció hace años, cuando él sólo tenía un humilde kiosco de papas fritas. "Después de eso compramos este negocio (actual) y armamos algo pequeño. Con el paso del tiempo, poco a poco se nos fueron abriendo puertas hasta que concreté, por fin, mi amasandería. Por otro lado, como mi señora estudió gastronomía, decidimos empezar a vender pasteles de choclo, humitas, empanadas de pino, costillar, perniles, etcétera", explica.

Pese a toda esta buena racha inicial, Oscar añade que fue en la última inversión que realizó donde se vino abajo todo su gran sueño. "Decidimos instalarnos con un restorán, que alcanzamos a abrir sólo por seis meses. Nos iba súper bien, pero por problemas con la sociedad, nos quedó la escoba y tuvimos que desistir de ese proyecto", cuenta.

- Ese local también se llamaba Caszely...

"Sí. Desde chico todos me han dicho así. Es que mi papá era un fiel hincha colocolino, al que le gustaba mucho Carlos Caszely, y hablaba siempre de él. Por eso, me pusieron ese apodo".

LA veguita

Otra local que es famoso por realizar buenas humitas se encuentra ubicado en pleno centro de Concepción. Específicamente en el segundo piso de la Veguita El Esfuerzo. "Todos los días hacemos alrededor de 600 humitas y son contadas con los dedos de la mano las ocasiones en que han quedado algunas sin venderse", asegura Jorge Araya, quien es dueño de la "Picá de Don Jorge".

¿Por qué son tan populares? Esa es la gran pregunta que muchos se realizan y que Don Jorge sólo atina a responder con humildad, pero a la vez con gran orgullo: "Es su sabor".

En este sentido, explica que se debe a la cantidad de condimentos que se le agregan a la cebolla, ingrediente fundamental de las humitas. "No nos gusta decir qué le agregamos y qué no, pero de que queda rica, queda. Además nosotros utilizamos puros productos frescos y con el mejor choclo que haya. Incluso, esperamos a los camiones que llegan aquí abajo para ver sus verduras y elegir los mejores", comenta.

En la preparación de su producto estrella también utiliza mantequilla, pero aclara que sólo ocupa de marcas conocidas, porque hay otras que traen mucha grasa. "Usamos de la misma que le ponemos al pan en la casa, porque queremos que queden ricas y no pasadas a manteca", sostiene.

La rutina de este local empieza a las seis de la mañana. "Terminamos a eso de las tres de la tarde recién (...) Y eso que somos cinco personas que trabajamos en esto. Por ejemplo, uno pela el choclo y lo rebanan altiro. Después se muelen y junto a unas de mis trabajadores, llenamos las humitas. También hay otra personas que elige las hojas y realiza el cono", explica.

A mil pesos ofrece las humitas este trabajador penquista y las vende para servir y llevar. "Nosotros en el local tenemos una promoción de dos humitas más una ensalada a la chilena a sólo 2 mil 500 pesos. También ofrecemos azúcar, para quienes gusten comerlas así", indica.

Cabe destacar que a eso de las 10 de la mañana ya comienzan a salir las primeras para quienes les gusta desayunar sanito.

"Entre pelar, rebanar y moler los choclos, nos podemos demorar unas cinco horas"

Oscar Saravia,, dueño de Hornitos de Caszely."

"La clave está en ocupar puras verduras que estén fresquitas y que los choclos estén buenos"

Jorge Araya,

dueño de La Picá de Don Jorge."

Pastel de choclo

Otro producto que la lleva durante el verano son los pasteles de choclo, los que al igual que las humitas en los "Hornitos de Caszely", son grito y plata. "Hacemos todos los días y valen 2 mil 500 pesos. A la gente le gusta harto porque son contundentes y muy buenos. Realizados con puros buenos productos. La carne rica, el pollo también, usamos los mejores choclos, etcétera", indica Oscar Saravia, dueño de este tradicional local penquista, ubicado en el sector Pedro de Valdivia.