Manuel Muños González
No hay excusa para no hacer deporte en estos días, cuando el buen tiempo y las ganas de sentirse mejor afloran en casi todos. Y mejor aún si se trata de hacerlo al aire libre, con un entrenador profesional, y más encima por la módica suma de $2.000 por cada clase. Es lo que realiza César Vergara en medio del Parque Ecuador, lugar donde monta su propio gimnasio al aire libre y realiza sus clases grupales a quien quiera que se motive.
"Son clases personalizadas, pero a la vez grupales, las hacemos durante el verano, es ideal para quienes no tienen las lucas para pagar un gimnasio o prefieran hacer deporte al aire libre que encerrados", cuenta Vergara, profesor de educación física titulado de Santo Tomás y que realiza estos entrenamientos tres veces por semana: lunes, miércoles y jueves desde las 21 a 22 horas.
César remarca que su idea nació simplemente para incentivar a sus amigos a hacer deporte, a los conocidos, pero la voz se fue corriendo de a poquito y hoy ha llegado a tener en clases a 15 alumnos a la vez.
"Harta gente ha pasado por el lugar, nos ven haciendo ejercicios y me preguntan. Tengo alumnos que iban pasando y al ver que estábamos entrenando se motivaron y ahora entrenan conmigo. Acá la idea no es lucrar, yo tengo mi trabajo estable en una clínica de medicina deportiva (Kinemov), y después hago estos entrenamientos, la idea incentivar la práctica deportiva", afirma el profe.
La rutina
Es una hora de práctica sin parar. "Lo que hacemos es una rutina de ejercicios durante la hora. Partimos con un calentamiento, un trote alrededor del parque, luego un pequeño circuito de ejercicios con saltos y zig-zag. Tras ello, hacemos un circuito por estaciones, con trabajo de brazos, piernas, espalda, abdominal, se va rotando, y terminamos con una tanda de abdominales y elongación", detalla el profesional, quien cuenta con todo los implementos para entrenar sin dramas, como pesas, conos, escalera de piso para coordinación, entre otros artículos.
Felices
Quienes son parte de estas clases sólo tienen palabras felices a la hora de hacer deporte. "Las clases son súper motivadas, lo bueno que tienen es que son al aire libre, pocas personas dan esta oportunidad, los gimnasios son caros, acá no. Son clases bien completas, trote, circuitos con saltos, se trabajan piernas, abdominales. El profe se preocupa de cada uno, de si está haciendo bien o no los ejercicios", dice Renata Muñoz, una de las alumnas.
"Acá la idea no es lucrar, sino incentivar la práctica deportiva entre quienes se motiven".
César Vergara, entrenador."