Andrea Neguiman

Faltan pocas horas para que comience el 2017 y son varias las familias de nuestra zona las que se encuentran realizando un análisis de cómo les fue durante el año que hoy se termina. Si fue productivo o no, si hubo dinero o si se realizaron los viajes anhelados, son parte de esta retrospección. Lamentablemente, a muchos no les fue tan bien como deseaban. Por eso, los penquistas cabaleros entregan diferentes consejos para atraer la buena suerte a sus vidas.

La hualpenina Karla Aceituno, tiene 29 años de edad. Dice que en su vida no le ha ido muy bien en el amor. Según cuenta, se debería al poco tiempo libre que tiene para conocer a otras personas debido a su carrera laboral como ingeniera comercial. Es por esto, que esperará hoy la medianoche con calzones rojos. "Me sumergiré en cuerpo y alma a este ritual. Una amiga bien cercana le resultó, e incluso, se terminó casando (ríe) Así que quizás me resulte. ¡Ojalá! La verdad es que lo único que quiero es alejarme de los pasteles, porque en el último tiempo me he topado con cada cosa y encontrar, aunque suene cursi, el verdadero amor", dice.

¿Y sólo realizará esa cábala?

"No. También le daré el primer abrazo de Año Nuevo a mi hermano, porque dicen que saludar a una persona del sexo opuesto ayuda a tener buena suerte en el amor y quizás con estas dos ayuditas extras, pueda cambiar mi triste destino y encontrar a mi media naranja".

En este ámbito, otro de los rituales de fin de año es intercambiar prendas con la pareja. De esta manera, se mantendría la unión. Es especial para los matrimonios o los pololos que han debido enfrentar algunos problemas.

Para el dinero

Que nunca falte el trabajo y que la billetera siempre esté llenita, son algunas de las frases que muchos penquistas dirán repetidas veces a pocos minutos de que comience la cuenta regresiva.

Para que el dinero abunde este 2017 se pueden realizar diversas cábalas, súper fáciles y que están a la mano de cualquier cocina. Eso bien lo sabe la chorera Judith Oviedo, quien se la juega con todo para que durante el año no le falten las luquitas. "Lo que hago siempre es envolver en un papel celofán o en algún nailon una cabeza de ajo. Después lo dejó dentro de mi monedero y nunca lo saco de ahí", explica.

En este sentido, la ex paramédico, cuenta que este ritual tiene mucho más efecto cuando el envoltorio se regala a toda la familia. "La idea es que todos los integrantes que participaron en la cena se lleven su cabeza de ajo en la billetera o en la chauchera. Aunque siempre hay alguien que duda en participar por el olor, pero la verdad es que ni se siente en la mayoría de los casos… Y bueno, si justo le tocó el pedazo más pasoso, pucha (ríe) se debe aguantar no más. También existe otra cábala para tener dinero, que consiste en poner un billete, ojalá de 20 mil pesos, en el zapato derecho. Así se tendrá abundancia durante todo el año. Quienes la realicen deberán comenzar el año sin deber plata a nadie. Dicen que así es más efectivo", explica.

¿Y usted hace otros rituales en la víspera de Año Nuevo?

"Pero por supuesto. No tengo vergüenza en decir que tengo 65 años y que ya soy abuelita de cinco hermosos nietos. Pese a eso, me siento muy jovial y me encanta andar de un lado para otro. En este sentido, una de mis grandes pasiones en la vida es viajar, tanto así que, durante el último tiempo, he conocido Argentina, Brasil y algo de Uruguay. Por eso una de mis cábalas es salir a la calle con una maleta y darme una vuelta por la plaza de mi barrio".

Más espiritual

Hay varias personas que realizan cábalas no sólo para obtener algún beneficio propio sino más bien para alcanzar un estado de tranquilidad. Este es el caso de Gaspar Cifuentes.

Él, cada año, realiza su lista de rituales muy minuciosamente para que nada salga mal. "Lo primero que hago es vestirme de ropa blanca para alejar las enfermedades… Después, enciendo una vela blanca durante la cena, la que dejo prendida toda la madrugada del primero para atraer la buena suerte".

¿Con eso usted aleja las malas vibras?

"Obviamente. Todos los años me molestan harto por esto. Tanto mis hijos, como mis hermanos y amigos me dicen que le pongo color, que soy cuático y me preguntan por qué creo en tanta cosa, pero a mí me da igual. Al final soy yo quien las hace y no le afecta a nadie".

El chorero, de 70 años de edad, cuenta que al llegar la medianoche lo primero que hace es abrir todas las puertas de su casa para que las malas energías del 2016, se vayan rápido y sin que nadie las detenga. "Después voy a la calle y tiro un vaso con agua, así dejo atrás toda la negatividad y las penas sufridas del año. Posteriormente, entro a la casa y prendo todas las luces… dicen que haciendo eso, se llamará a la diosa de la abundancia y que en mi vivienda siempre habrá éxito. Ya estando en plena celebración me dedico a regalar figuritas de animales", sostiene.

LAS clásicas

Sin duda, los rituales más populares entre los penquistas tienen que ver con los calzones amarillos, la uva, las lentejas y la escoba. Estos productos, durante los últimos días, han sido grito y plata en La Vega. "La gente ha venido harto a comprar de los dos tipos de lentejas que tenemos en nuestro local, que son la canadiense y la chilena. Esta cábala es súper antigua y tiene que ver con la prosperidad del hogar. Se comen solo cocinadas para la medianoche. Igual, este año, me ha sorprendido harto que varias personas me hayan comprado sal de mar. Me dijeron que servía para alejar las malas vibras y que se debía poner alrededor de la casa", puntualizó Edith Iturra.

Otro de los productos cabalísticos que se ha vendido como pan caliente en esta semana, son los calzones amarillos. Seguidito en ventas, le sigue la novedad del año, que son los boxer de hombre. "Eso sí hay que aclarar que al local han llegado más hombres que mujeres. La ropa interior cuesta entre mil y mil 200 pesos… tenemos de todas las tallas y de varios modelos. Por ejemplo, pantaletas, colales, entre otras", comentó Maribet Carrillo, otra locataria.

Con la escoba se barren a medianoche todas las malas vibras de la casa. Se hace desde la puerta a la calle. En tanto, las uvas son para pedir deseos. Se ponen doce en una copa y se van comiendo de a una en una.

"Voy a la calle y tiro un vaso con agua, así dejo atrás toda la negatividad y las penas sufridas durante el año"

Gaspar Cifuyentes,

cabalero de Talcahuano"

1000 pesos es el precio mínimo en el que puede encontrar calzones y calzoncillos amarillos.