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El Vial fue un alma en pena dentro y fuera de la cancha

Jugó sin un solo hincha en las tribunas por estar sancionado y más encima se comió una boleta 4-1, en el triste adiós al torneo de Tercera División.
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Manuel Muñoz González

De la forma más triste. En solitario en las tribunas y con una goleada en contra puso fin a su participación en el torneo de Tercera División el cuadro de Fernández Vial, en un epílogo que nadie esperaba, pero que fue el reflejo de lo que vivió el Almirante en la última parte del certamen.

Un 4-1 que le embocó Real San Joaquín con anotaciones de Broderi Constanzo en dos ocasiones, de Nicolás Barrera, los tres en el primer tiempo, y de Gonzalo Peña en la segunda fracción, reflejó la diferencia futbolística y de actitud con que ambos encararon esta última fecha.

El descuento de Carlos Guíñez cuando el pleito ya se iba, un zapatazo desde fuera del área, fue lo más decoroso en los aurinegros, que llegaron a jugar con lo que les quedaba, y ya sin chances de pelear por el ascenso.

Si hasta José Isla, que no estaba en la citación inicial terminó vistiéndose de corto para tratar de hacer mas digna la derrota. "Yo venía a ver el partido, venía saliendo de una varicela, pero me pasaron unos zapatos y entre un rato", dijo el delantero, afirmando que "está el amor propio, y eso faltó".

Fue el corolario de un cierre negro del Vial, jugando sin público por el castigo al mal comportamiento dentro de la cancha, incluso de sus dirigentes, y en lo futbolístico sin ideas, las mismas que extravío en duelos clave por el ascenso.

"Una sensación amarga, nuestra intensión era ascender, pero nosotros provocamos esto, con errores que cometimos dentro y fuera de la cancha, hicimos que se jugara así", dijo bajoneado José Isla, asumiendo su culpa y la del plantel por no dar el tono en el certamen.

"Obviamente que me siento en deuda, yo venía por un ascenso, y no se me dio".

José Isla, delantero Vial."