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Abejas desarrollan adicción al néctar con pesticidas

Producto genera cambios conductuales que contribuyen a la muerte de estos polinizadores.
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Redacción

Las abejas, nuestros grandes polinizadores, prefieren consumir néctar y polen de flores que contienen el pesticida más usado en el mundo. Este producto no tiene un sabor especial que las atraiga mientras buscan alimento, pero una vez probado, les genera una adicción que las hace ingerir más de él, mediante el néctar contaminado. Pero el pesticida tiene efectos perjudiciales sobre sus pequeños cerebros: cambios en la conducta y desorientación para volar y regresar al panal, lo que contribuye a su muerte.

Así lo asegura Geraldine Wright, zoóloga y botánica estadounidense, y actual investigadora de la Universidad de Newcastle, Inglaterra. La científica, líder en el estudio de estos insectos, dio a conocer estos hallazgos en Chile durante el Simposio "Small Brains Big Ideas" 2016, organizado por los Institutos Milenios, Centro Interdisciplinario de Neurociencia de la U. de Valparaíso (CINV), y Neurociencia Biomédica (BNI), y por las Universidades de Chile, Mayor, y de Valparaíso.

Wright se ha especializado en explorar la memoria y comportamiento de las abejas, así como sus preferencias alimentarias. En ese contexto, estudia un tipo de pesticida que, debido a su eficacia y selectividad, se utiliza comúnmente en la agricultura. Estos productos se aplican directamente en las semillas, generando un efecto sistémico en toda la planta: hojas, tallos y raíces. "Son muy eficientes en el combate de los insectos. El problema es que el pesticida también termina en el polen y néctar, alimento que mayormente consumen las abejas y otros polinizadores. Y estas dosis, por muy bajas que sean, tienen efectos dramáticos en estos insectos. Las abejas prefieren el polen y néctar que está contaminado, lo que genera una especie de adicción. Y eso se va acumulando en su organismo, ocasionando cambios perjudiciales en su comportamiento", asegura.

Adicción

Los efectos negativos de esta práctica alimentaria han sido probados por la zoóloga en múltiples experimentos. En uno de éstos, logró determinar que frente a dos tipos de alimentos y estímulos, azúcar sola y azúcar con pesticida, las abejas preferían consumir esta última. Además, observó este efecto aun cuando usó un rango amplio de dosis de pesticida, incluyendo aquella que se encuentra en las flores de plantas tratadas con este producto. Según explica la Dra. Geraldine Wright, las dosis contaminadas que consumen las abejas, no tienen sabor ni aroma que las atraiga. Pero a poco ingerir el alimento, en el cerebro de éstas se activan los mismos receptores sobre los cuales actúa la nicotina en seres humanos. "Ahí podríamos entender que se trata de una adicción, pero aún no sabemos exactamente si estos mecanismos son los que explican el cambio de conducta", comenta.

Para el Dr. John Ewer, investigador del CINV y uno de los organizadores de la jornada "Small Brains Big Ideas", estos hallazgos son interesantes y relevantes para la neurociencia y medio ambiente. "En humanos se han hecho muchos estudios sobre preferencias alimentarias. Pero en el caso de las abejas y del consumo de este pesticida, los mecanismos son distintos ya que es en respuesta a una adicción. La abeja no requiere experiencia previa y su reacción es inmediata, prefiriendo ese alimento por sobre otros. Todo esto es muy interesante porque se vincula al sistema de recompensas en el cerebro, un tópico que también hemos revisado durante esta actividad internacional", comenta.

Conducta

Si bien el pesticida no mata a la abeja de forma rápida tras su contacto, sí le genera cambios importantes en su comportamiento, que finalmente pueden terminar con su vida, lo que también representa un problema para nuestro ecosistema, que necesita de polinizadores.

"Las tareas que deben hacer las abejas para encontrar la flor, el néctar y el polen, y luego volver al panal es realmente difícil. A veces deben volar varios kilómetros, utilizando su memoria y la toma de decisiones para retornar al panal. Pero estas habilidades se ven afectadas por los pesticidas, haciendo que ellas se pierdan y no logren volver al panal, lo cual puede causar su muerte", describe la estadounidense.

"El problema es que el pesticida también termina en el polen y néctar, alimento que mayormente consumen las abejas y otros polinizadores".

Geraldine Wright,, botánica estadounidense"