Gonzalo Cifuentes Uribe
Los trabajadores fiscales de Lota se aburrieron de marchar y, según dijeron, no ser escuchados por las autoridades. Es por ello que ayer decidieron radicalizar su movimiento y se tomaron el Chiflón del Diablo.
Sin embargo, producto de la manifestación, se vieron perjudicados unos pequeños que viajaron más de tres horas para conocer el histórico lugar. "Vengo con un tercero básico desde Talca, porque queríamos conocer el Chiflón del Diablo", explicó Marcela González, profesora encargada, agregando que "hemos visto muchos cuentos chilenos y, en la mayoría, nombran el lugar".
Sobre la imposibilidad de ingresar, dijo que "es lamentable, porque los niños están ilusionados. Nos costó mucho planificarlo, conseguir el apoyo de los papás y hoy nos levantamos súper temprano para venir", explicó, agregando que fue un viaje que idearon en marzo.
Bajaron al chiflón
"Esto es nuestro, en estas minas nos dieron el ejemplo de lucha y hemos decidido hacerlo ante los oídos sordos de este Gobierno", declaró Gabriela Flores, dirigente nacional de la Confusam y vocera de la mesa negociadora en Lota.
La medida, que causó gran expectación en el sector, fue apoyada por centenares de trabajadores. "Está bien que lo hagan, porque todos tenemos derecho a un salario digno. La plata no se hace nada y las familias hay que mantenerlas de alguna manera", dijo Alejandra Llanos.
Eudualdo Sánchez, otro trabajador lotino, manifestó que "esto deja de manifiesto que nos quedan sólo los recursos extremos. No hay diálogo".
Con respecto a las peticiones por parte de la Anef, la dirigente sentenció que "no nos volveremos a bajar. Ya llegamos a un 4% y el Gobierno no ha hecho nada por entender a los trabajadores".
Por dicha razón, dijo, no descartan radicalizar el movimiento ciudadano en Lota. Ayer, a las 17 horas, nueve trabajadores que descendieron al pique de la mina iniciaron una huelga de hambre a modo de presión.