Secciones

Con mucho dolor dieron el último adiós a abuela asesinada en Boca Sur

E-mail Compartir

Escenas de profundo dolor se registraron en el Cementerio General de Concepción, donde un centenar de vecinos se acercó a darle el último adiós a Margarita Salgado Jara (58), quien falleció luego de ser golpeada en reiteradas ocasiones con un martillo.

"Venimos a despedir a la vecina, porque ella siempre fue muy amable con todas las personas. Saludaba a todos aunque no fueran cercanos. Recordaremos su amabilidad", señaló José Romero, vecino de la Villa Evangelista, en Boca Sur.

En el camposanto, familiares, amigos y compañeros de trabajo le brindaron las últimas palabras a la abuela, quien se desempeñaba laboralmente en una empresa de aseo.

Visiblemente afectada, Mariel Zapata, quien compartió labores con ella por casi tres años, reconoció que "era una persona muy responsable, puntual, un ejemplo para todos nosotros y para todos los que la conocieron". "Nunca pensamos que se iría de esta manera. Era tan querida, que hasta compañeras que se fueron de la empresa han demostrado su cariño", agregó Mariel, quien aseguró que "la echaré mucho de menos".

Evelyn Sánchez, vecina que llegó hasta el cementerio, dijo que la noticia "golpeó a todo el barrio. Aún no encontramos explicación. Sólo espero que la familia pueda encontrar consuelo en este momento".

Cabe recordar que la noche del homicidio, la nieta de la fallecida manifestó haber sido la responsable, señalando que una voz le ordenó que lo hiciera. Considerando eso, los cercanos esperan que la menor, quien aún se encuentra internada en la Unidad de Siquiatría del Hospital Regional, reciba el apoyo necesario.

58 años tenía Margarita, quien falleció el pasado martes 25 tras recibir golpes con un martillo.

Hoyos están cada vez peor en calle Chorrillos

Penquistas denuncian deterioro de las calzadas a medida que pasa el tiempo.
E-mail Compartir

En el Barrio Universitario, los vecinos deben realizar una serie de maniobras para evitar los hoyos, grietas y hasta levantamientos del cemento. Como si fuera poco, denuncian que cuando llueve se forma un río de barro que recorre toda la calle Chorrillos, y continúa por Victoria, que es la calle que bordea la Universidad de Concepción.

Los más afectados con la situación son los colectiveros, que ven como sus máquinas, que son a la vez su principal herramienta de trabajo, se van desgastando antes de tiempo. "Se echan a perder los amortiguadores de los autos, se van soltando las piezas", cuenta Jorge Rodríguez, colectivero hace 10 años, quien transita por el barrio.

En el último tiempo, aseguran, el problema se ha visto en aumento debido a que al final de Chorrillos hay una constructora trabajando y los camiones pasan con cargas de muchos kilos.

Invasión de barro

Además, denuncian también que cuando llueve, no se puede caminar por las veredas y menos por la calzada. "El río de barro no es sólo en la calle, sino que es también en la vereda, entonces no se puede caminar", sostuvo Victoria Soto, quien vive junto a su abuela en una calle perpendicular a Chorrillos,

Muni disponible

Desde el municipio penquista indicaron que la solución debe ser a través del programa de pavimentos participativos del Serviu, a cuyo financiamiento se puede postular.

"Esto requiere que los residentes se organicen, y con el apoyo de su junta de vecinos pidan una reunión en la Secplan. Luego, el equipo técnico procede a elaborar el proyecto y lo postula al Serviu para obtener recursos, teniendo que aportar los vecinos una parte del costo, tal como lo han hecho quienes viven en otros sectores", explica Pedro Venegas, director de Secplan. J"

La voz de los vecinos


Jorge Rodríguez, colectivero

"Como está la construcción, pasan camiones con mucho peso y hacen que esto empeore. Hay un 'lomo toro' que se hizo, nadie sabe por qué".


Alejandro Vásquez , estudiante

"Cuando llueve, uno se las tiene que arreglar para poder pasar por acá. Yo, por ejemplo, me pongo unos bototos gigantes".