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Así se vivían las municipales de décadas pasadas en Concepción

Expertos en la materia caracterizaron las elecciones hasta los primeros años de la década del 70. Marcaron una gran diferencia entre aquellas y las actuales, principalmente, en el estilo de hacer campaña de los políticos y participación.
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Gonzalo Cifuentes Uribe

Aun día de las elecciones municipales en Chile, se presume que habrá una baja participación de la ciudadanía, teniendo como antecedente más fresco la abstención de un 58% que se registró en los últimos comicios realizados en 2013.

Pero la situación actual no es coincidencia, según expertos en el tema, quienes consideran que los modelos de campaña han afectado. En los sufragios previos al Golpe Militar de 1973 la situación era diametralmente distinta.

Edmundo Salas, quien fue regidor de Concepción y participó en las elecciones municipales de 1967, a sus ochenta años recuerda el panorama. "Postulé para completar la lista y resulta que salí elegido. Allí empezó mi carrera política", indicó.

Según manifestó Salas, la política era distinta, con más cercanía a la comunidad y sin tantos recursos. "La gente disfrutaba de la política, sentían cercanía con los candidatos y participaban de ella", dijo.

"Todos querían estar, todos iban a votar tempranito y allí se encontraban con amigos", declaró.

"Realicé mis campañas en la calle, con la gente, en terreno. Esa era la única manera de hacerte conocido", confesó.

Paulina Pinchart, experta en marketing político, comparte lo anterior. "La televisión no era masiva, por lo que era imposible conocer así a un candidato. Ellos llamaban a los conocidos mitines", explicó.

La especialista precisó que el mitín era una convocatoria pública, donde los candidatos exponían sus propuestas a la ciudadanía. "Era la única manera de conocerlos y dar una imagen a quien se estaba candidateando", señaló.

"Sus proclamas la daban a conocer en sedes sociales, clubes deportivos o de beneficencia. Tenían una socialización tremenda", apuntó a su vez el historiador Gustavo Campos.

Considerando que no existían redes sociales y los medios de comunicación, a excepción de los diarios, no eran masivos, los mitines eran prácticamente el único método. "Eran actos muy masivos, algo que ya no se ve. Ahora son mucho más segmentados", precisó Pinchart.

eran cercanos

Al no existir plataformas de difusión masiva, los candidatos llegaban a las personas, conocían sus realidades y a partir de eso ideaban sus propuestas.

"Iban a las comunidades, almorzaban con ellos, conversaban de sus necesidades y les daban regalos. Así se ganaban los votos", sostuvo Carlos Ibarra, docente de la Universidad San Sebastián.

"La gente creía que era el camino hacia el progreso. Veía en los políticos a sus representantes legítimos", agregó Campos, quien destacó que "había un vínculo más íntimo con las figuras locales".

"Antes se daba todo en un marco de respeto, éramos los honorables. Ahora la figura causa rechazo e indiferencia", lamentó el ex regidor penquista Edmundo Salas.

Paulina Pinchart coincidió en que "había un acercamiento hacia ellos, la gente veía al alcalde como el viejito pascuero. La figura era positiva porque las personas se sentían representadas".

"Los vecinos se sacaban el sombrero para saludar, eso es imposible verlo ahora", recordó Salas.

ideología pura

"En ese tiempo, se identificaban las tendencias políticas muy fácil. Eras de la UP o del Partido Nacional, no habían intermedios", dijo la especialista en marketing político, quien aseguró que "al ser campañas que proponían, la gente votaba por quien sentía más cercano de acuerdo a su realidad, eran patrones, por un lado, y apatronados por otro. Hoy sólo se vende una imagen, sin ideas".

En esa línea, el docente de la USS, Carlos Ibarra, agregó que "el contexto de Guerra Fría influyó totalmente. Los dos bandos estaban marcados".

Dicha división se podía apreciar en la prensa de la época, la cual tenía gran cantidad de propaganda. Los emplazamientos a la oposición eran comunes.

gran participación

Sobre el día de las elecciones, el historiador Gustavo Campos señaló que "la gente iba temprano a votar, de terno y corbata. Era un fiesta cívica muy importante y nadie quería quedar al margen".

El especialista enfatizó que "había cultura cívica. Ahora no, la gente es totalmente indiferente a las elecciones".

Reforzando dicha idea, el profesor universitario agregó a su vez que "los jóvenes tenían una gran participación. Las revoluciones ideológicas hicieron que cumplan un rol muy importante en la política. Estaban interesados realmente".

En la actualidad es todo lo contrario. "La gente ve que sus reivindicaciones no son consideradas. Sienten que votan por familias que no representan sus intereses", advirtió Ibarra.

Por su parte, Salas enfatizó en que "los políticos se olvidaron de las personas, empezaron a preocuparse más de las pancartas y de tener la mayor cantidad de autos para hacer campañas. Ya no importan las necesidades, sólo ganar gastando dinero".

"La gente iba temprano a votar. Lo hacían de terno y corbata. Era una fiesta cívica"

Gustavo Campos,, historiador."