Secciones

Rugbistas de Los Troncos lo dan todo en la cancha y fuera de ella

Los Troncos de Concepción está en la final del Torneo Nacional 2016, y la responsabilidad es de jugadores y dirigentes que le entregan sus servicios al club a cambio de la satisfacción de compartir con amigos.
E-mail Compartir

Christian Ovalle Ríos

Este sábado el club de rugby Los Troncos tiene uno de los partidos más importantes del último tiempo. En la cancha de Old Grangorian, en Santiago, tienen la posibilidad de acabar con nueve años de frustraciones, y coronarse por segunda vez campeones nacionales de la disciplina. Estuvieron toda la semana concentrados a la espera de lo que va a ser el crucial choque contra Cobs. "Hoy (ayer) me di el día libre, y he estado todo el rato pensando en el partido, queremos irnos rápido, estoy súper ansioso", reconoció uno de los wings del conjunto verde, Cristóbal Castro, horas antes de subirse al bus que los llevó hasta la capital.

Sin embargo, los rugbistas también debieron cumplir con sus obligaciones diarias, ya que cualquiera sea el resultado de este fin de semana, van a seguir con su vida normal, que dista mucho a la de los futbolistas, por ejemplo.

"Desde esta semana estoy sin pega, pero a partir de la próxima empiezo a buscar, porque he estado concentrado en el partido", cuenta Paulino Gárate, jugador del equipo maderero, que quedó sin trabajo luego de tres años en un banco. Es la otra cara de los deportistas que deben esforzarse a diario en sus actividades, entrenar en las tardes y rendir los fines de semana en la cancha. Y vaya que han rendido.

división de tiempo

En Chile el rugby está muy lejos de ser profesional, y los jugadores lo saben. Ni siquiera lo lamentan, porque ya están acostumbrados y, a diferencia de los futbolistas, cuando chicos ellos no sueñan con tener autos caros, vivir en Milán, o tener mansiones a costa del rugby. Ellos sólo quieren pasarlo bien con sus amigos.

Cristóbal Castro juega en Los Troncos desde hace siete años, y como todos sus compañeros de equipo, debe dividir su tiempo entre sus obligaciones y el rugby. El deportista cursa 4º año de educación física en la universidad, trabaja dos días a la semana, y es voluntario de Bomberos en la Cuarta Compañía de Concepción.

Castro, de 25 años, enseña el deporte que reconoce como su gran pasión en un colegio, educando así a nuevas generaciones en el rugby. "Es una actividad extraprogramática en el colegio, y el deporte ha tenido buena aceptación, tomando en cuenta que hay que competir con el fútbol, que es lo que la mayoría de los niños quiere practicar", cuenta el bombero, estudiante, profesor y rugbista.

"Al final uno tiene que priorizar las cosas, y para mí lo primero es el rugby, porque es lo que más me gusta. Es un compromiso que adquirimos todos los del equipo", añade el joven penquista, que conoció por curiosidad este deporte, cuando tenía 17 años y se fue a probar al mismo club con el que el sábado tiene la posibilidad de gritar campeón.

club social

Además de los jugadores, los dirigentes hacen un trabajo silencioso, pero tan efectivo como el de los jugadores en la cancha. Al igual que los rugbistas, los directivos no reciben sueldo o remuneración en términos económicos, porque aseguran que la satisfacción no tiene que ver con dinero. "Esto más que un club deportivo es un club social. Mi hijo juega en categoría intermedia, yo jugué varios años, y ahora estoy de dirigente. Somos como una gran familia", afirma el director deportivo de las categorías juveniles, Norman Aguayo.

Una muestra es el caso de la familia Mainguyague. "Tengo un hermano que tiene un año menos que yo, y con él he jugado durante toda mi vida en el mismo club. Mi otro hermano es más chico, tiene 19 y subió al primer equipo este año", explica Enrique Mainguyague, que con 30 años el más grande del clan, y uno de los jugadores con más experiencia del equipo.

"En el 2007, cuando salimos campeones, era uno de los más chicos, y ahora soy uno de los más grandes", cuenta.

Además de jugador de rugby, el "Kike" es kinesiólogo y trabaja en una clínica y en una consulta propia, ubicada en la Torre O'Higgins (MKG, con página en facebook). "Ya estoy acostumbrado a manejar los horarios, porque juego desde los 6 años con una pausa de unos años entre medio, pero siempre ligado a la actividad", argumenta el medio scrum de Los Troncos.

Pablo Mainguyague es el hermano más cercano en edad a Enrique, y asume que la dedicación, el compromiso, y el orden son claves para poder mantener una vida equilibrada en lo profesional, personal, y deportivo. "Depende de los objetivos que te propongas a corto y largo plazo", comenta el odontólogo, que trabaja en dos lugares.

¿rugby profesional?

A pesar del gran esfuerzo por parte de jugadores y dirigentes, en Chile aún falta mucho para que la el rugby sea profesional. "Faltan competencias, apoyo, compromiso, y muchas más cosas", asume Pablo.

Los jugadores se exponen constantemente a lesiones producto del alto nivel de juego, y a raíz de eso, los podría perjudicar en sus trabajos. Sin embargo, Enrique tiene claro los riesgos. "Estoy en el momento de poder aprovechar al máximo poder jugar. Cuando sea más grande no quiero arrepentirme porque no jugué", dice.

Pese a que lo ven lejano, los integrantes de Los Troncos se ilusionan con la idea, en el caso hipotético, de poder dedicarse a tiempo completo al deporte. "Obviamente me dedicaría al rugby. El tema es que si yo tuviese más tiempo para entrenar tendría mejor respuesta para el equipo o el club, pero no se puede, por tiempo", se resigna Cristóbal Castro.

"Dedicarme al rugby es algo que me gustaría hacer en mi vida", añade Pablo Mainguyague.

A pesar de la calidad amateur del rugby en Chile, los dirigentes hacen maravillas con el dinero de los clubes. "Toda la plata que se gana, se reinvierte en el mismo club", dice Norman Aguayo.

Los clubes de Conce son los que tienen que hacer un mayor esfuerzo por los viajes a la capital. "En el rugby todo pasa en Santiago. Ellos viajan una o dos veces al año a Conce, y nosotros viajamos siempre para allá", explica Enrique.

De hecho, los jugadores hasta se quedan en hoteles durante las fases importantes de los torneos. "En los otros partidos igual nos quedamos en un internado en Talagante. No vamos a restoranes ni nada, tratamos de cocinar nosotros para poder estar juntos", cierra el crack.

"Al final uno tiene que priorizar las cosas, y para mí, lo primero es el rugby. Es lo que más me gusta"

Cristóbal Castro,, Jugador de Los Troncos."

2007 es el año del único campeonato nacional que tiene Los Troncos en su vitrina.