Educación sexual: la gran deuda que tienen los liceos penquistas
No cuentan con un programa establecido para abordar el tema con sus estudiantes. En tanto, algunos colegios particulares sí imparten este tipo de información a su alumnado, aunque admiten que es poca.
"No tenemos educación sexual y eso igual nos afecta caleta a la hora de tomar decisiones", señaló una estudiante de primero medio de un reconocido liceo del centro penquista.
El panorama que admite la alumna no está ajeno a la realidad que se vive en los establecimientos del país con respecto al tema y esto se traduce en las escasas políticas que se han implementado. En este sentido, cabe recordar que recién en la década del setenta se institucionalizó por primera vez la educación sexual como práctica pedagógica al interior de las escuelas públicas, que si bien tenía como objetivo promover la planificación familiar, marcaba un hito al ser un primer paso sobre esta área. Sin embargo, este proceso se interrumpió durante la dictadura, período en que fue censurada toda acción educativa en este sentido.
Ya en la década de los noventa se volvió a incorporar una nueva política de educación sexual desde el Ministerio de Educación, mediante las Jornadas de Conversación sobre Afectividad y Sexualidad (Jocas), pero estas no prosperaron debido a la presión de grupos conservadores de la época.
Hoy en día, sólo existe un documento oficial del Ministerio de Educación llamado "Programa en Educación Sexual, Afectividad y Género", cuyo objetivo es entregar nociones generales a los establecimientos para que cumplan con lo exigido por la ley Nº 20.418, que fija normas sobre información, orientación y prestaciones en materia de regulación de fertilidad.
"Todos los recintos educacionales deben contar con un plan para abordar temas de la afectividad y sexualidad. Este no es un programa impuesto y único, más bien obedece a las miradas particulares que el sostenedor o de la realidad que cada establecimiento tenga", explicó Sergio Camus, seremi de Educación del Bío Bío.
Lo anterior se refleja, por ejemplo, en la postura que tiene el Colegio Inmaculada Concepción frente al tema. "Tenemos un programa de educación sexual que es del ministerio, al que le agregamos nuestra impronta que tiene que ver con el aspecto religioso", indicó Patricia Mendoza, subdirectora de Formación del establecimiento educacional.
-¿Y en qué consiste?
"Todo el material que nos aportan lo vamos adaptando, principalmente, en el área de los valores y de la formación de los jóvenes basada en el amor que recibimos de Dios (...) Se enseña en todos los niveles, también recibimos apoyo externo de Senda y Previene. Aquí, dos de nuestras tres orientadoras son monitoras, ellas saben cómo ir adaptando el tema tanto para las pequeñas como para las adolescentes".
No obstante, el tiempo que dedican las profesionales para hablar sobre estos aspectos es bastante poco. "No son muchas horas al año, por eso tratamos de sacar el mejor provecho a lo que tenemos", comentó Mendoza.
El peor escenario
El Liceo Enrique Molina no tiene un programa de educación sexual definido en la actualidad. Quienes trabajan en este establecimiento dijeron sentirse en deuda con sus alumnos con respecto a esta temática. "Años atrás sí tuvimos un plan de orientación sobre sexualidad, pero fracasó. Esto porque para que sea una cosa sistemática no puede ser un mero taller, debe ser un programa que tiene que ser secuencial. Hubo colegas que no quisieron abordar algunos temas porque no se sentían preparados. La verdad, es que trabajar el tema de la sexualidad no es tan sencillo. No es un tema simple. Por eso, tampoco muchos papás lo abordan en sus casas", comentó Carolina Sáez, orientadora educacional.
Para suplir la carencia de un plan regulado sobre educación sexual, algunos niveles decidieron ocupar la hora de Consejo de Curso para hablar sobre el tema. "Nuestro profesor jefe es quien nos expone sobre anticonceptivos y enfermedades. Nosotros podemos preguntar con toda confianza y él nos responde nuestras dudas. Igual esto es poco, me gustaría que existiera algo más formal", comentó un estudiante de cuarto medio.
Consecuencias
La escasa información sobre educación sexual es preocupante para muchos. Esto, debido a las graves consecuencias que puede acarrear esta problemática, como el embarazo no deseado o las enfermedades de transmisión sexual, entre otras.
"Es necesario que exista una mejor educación sexual porque hay demasiada información errónea en las redes sociales", indicó la senadora Jacqueline van Rysselberghe, añadiendo que "esta educación debe ser entregada a lo largo del tiempo, no solamente en la adolescencia y en un contexto que esté ligado a la afectividad, cuyos contenidos, sean consensuados en el proyecto educativo del establecimiento. Los padres son actores importantes, ellos deben estar de acuerdo con lo que se les está enseñando a sus hijos".
A su vez, el diputado Manuel Monsalve sostuvo que es necesario generar nuevas políticas al respecto. "Hay que fortalecer esta área, muchas aristas lo demuestran. Una de ellas es la alta tasa de embarazo adolescente (...) Incluso, el crecimiento de la prevalencia del VIH en población menor de 18 años. Yo creo que son objetivos tangibles que están ocurriendo con la falta de información en el ámbito de la sexualidad", agregó.
Diversidad
Actualmente, la educación sexual en los establecimientos penquistas también debe abarcar temas como la homosexualidad, por ejemplo, para prevenir el bullying escolar y, también, sobre los derechos que cada ser humano tiene en este ámbito.
"El Ministerio de Educación debería hacerse cargo de esto (...) Deberían educar sobre la diversidad a los estudiantes para evitar el tema de la discriminación. La juventud está mucho más despierta, mucho más inquieta y necesitan también que se le entreguen valores sociales dentro de lo que es la educación", dijo Esteban Guzmán, vocero del Movilh Concepción.
"Se habla de responsabilidad que es muy importante, pero poco se dice de que tenemos derecho a tener relaciones sexuales placenteras. Muchas veces los jóvenes comienzan su vida íntima casi por una presión social, por querer ser o porque el compañero ya no es virgen. Sin embargo, no hemos educado sobre la autonomía de decidir si realmente deseo tener una sexualidad", sostuvo por su parte Pierina Rondanelli, colaboradora del Colectivo Plural.
"de los jóvenes chilenos entre 15 y 19 años son padres o madres, según datos de la Encuesta Nacional de Salud, realizada por el Minsal."
"Se está recabando información sobre este tema y así tomar medidas para una mejor educación sexual"
Sergio Camus,
seremi de Educación."
"reconoce la existencia de violencia física con su pareja."
"de los jóvenes declaró haber tenido tres o más parejas sexuales."
"de jóvenes dijo haber tenido un embarazo no deseado."
"de los jóvenes dijo haber tenido sexo con un "recién conocido"."
"reconoce la existencia de violencia sexual con su pareja."
"reconoce que hay violencia sicológica con su pareja."