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Aire acondicionado

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De a poco las jornadas se vuelven más calurosas, y en espacios cerrados se comienzan a usar los sistemas de climatización.

Sin embargo, hay que considerar que el clima que posee nuestra ciudad es predominantemente templado, sin temperaturas muy extremas de calor o frío, dependiendo de la estación. Nuestros veranos poseen un calor moderado y con un componente importante de viento fresco, proveniente del sur poniente en el periodo estival. Esto significa que espacios arquitectónicos bien diseñados, bien orientados y con una correcta definición de ventanas practicables y estrategias de barreras de protección solar, como aleros y/o celosías, no requieren de aire acondicionado, pudiendo solucionar prácticamente cualquier eventual problema de calor con ventilación natural.

Los que sí lo requieren son los edificios enormes y de uso público, como grandes centros comerciales o grandes edificios de oficinas, cuyas dimensiones hacen difícil controlar estas condiciones en todos los espacios. En tanto, en los de mediana envergadura, con buenas estrategias pasivas de construcción, todavía se puede controlar la temperatura y calidad del aire del ambiente interior, sin necesitar aire acondicionado. Cabe señalar, que este sistema solo mantiene una temperatura de confort en el interior, sin reportar beneficios para la salud, a menos que cuente con sistemas purificadores de aire.

Columna