Carlos Paz Durán

No hubo asado porque no existió celebración, pero sí un "caramelo". Y corrió por cuenta del portero acerero Carlos Lampe, quien al minuto 42 del lance de anoche ante Colo Colo en el Monumental, cometió un error que abrió el camino para que su equipo cayera 1-3 y quedara eliminado en los octavos de final de Copa Chile.

Tras el 2-1 metalero de la ida, ambos clubes quedaron igualados con tres puntos, pero el Cacique avanzó en virtud de su mejor diferencia de gol.

Si a los 42' el meta boliviano no hubiese intentado habilitar de pie a un compañero, esa diferencia de gol pudo no haber existido.

Pero lo intentó, y falló, ya que la pelota terminó en los pies de Octavio Rivero, quien se llevó la marca de Kevin Hidalgo para luego habilitar a Luis Pedro Figueroa, quien con un zapatazo venció el arco negriazul.

Eso sí, el local había intentado mucho antes celebrar, como a los 19', cuando Esteban Pavez disparó desde el área grande, tapando Lampe y luego dando el balón en el palo.

La diana de Figueroa redobló los intentos ofensivos albos, que a los 51' obtuvieron premio cuando Justo Villar sacó con la mano para Rivero, quien cedió para un Iván Morales que con "sombrerito" venció otra vez al meta altiplánico, que a los 70' volvió a buscar la pelota al fondo de su arco tras penal anotado por Esteban Paredes.

Recién ahí el equipo de Miguel Ponce reaccionó, pero ya era muy tarde, debiendo conformarse sólo con el descuento de Ángelo Sagal a los 79'.

"Merecíamos un triunfo como este. No habíamos andado finos, pero hoy (ayer) estuvimos bien en todas las líneas", dijo Paredes. "Más que descomprimir el ambiente, el 3-1 nos da moral para lo que viene", señaló a su vez el técnico Pablo Guede.

Los metaleros seguirán en Santiago, pues el sábado juegan con la UC por el Apertura.

"Más que descomprimir el ambiente, el 3-1 nos da moral para lo que viene en el Apertura".

Pablo Guede"