En estos días de bajas temperaturas aumenta la prevalencia de resfríos y con ello el uso de antigripales. Hay que saber que, en su gran mayoría, contienen como principios activos: pseudoefedrina, clorfenamina y paracetamol. Estos son fármacos que, como todos, tienen efectos adversos y, si se toman por mucho tiempo, esos efectos se pueden exacerbar.

La pseudoefedrina produce trastornos cardiovasculares (hipertensión, taquicardia), clorfenamina genera mucha somnolencia y el paracetamol, en caso de consumo crónico, problemas hepáticos.

Es importante contar con la asesoría de un profesional competente sobre todo en pacientes que tienen alguna enfermedad como hipertensión arterial o diabetes, ya que están contraindicados en esos casos.

También la población debe saber que sólo sirven para el control de los síntomas: alivio de dolor de cabeza y muscular por el paracetamol, junto con el efecto descongestionante de la pseudoefedrina y el efecto antialérgico de la clorfenamina. Los resfríos, al ser de origen viral, solo se tratan de manera sintomática. Tomado mucha agua y descansando, un resfrío tiene su curso normal y en cinco a siete días el paciente ya debería estar recuperado.

Eso sí que es necesario descartar una posible infección por algún germen de tipo bacteriano ya que en esos cuadros el tratamiento incluye antibióticos. De ahí la importancia de un buen diagnóstico hecho por un profesional competente.

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