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Valientes vialinos se lanzaron a las frías aguas del Estrecho

Hinchas del Vial se la jugaron en el Carnaval de Invierno y se pegaron chapuzón en el agua con apenas 3 grados.
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Manuel Muñoz González

Mientras Fernández Vial se pegaba flor de piquero en El Morro y goleaba a Juventud Salvador en fácil 6-0 la tarde del domingo, a cientos de kilómetros de distancia, en pleno Estrecho de Magallanes, una parejita hincha del Auri se mandaba su propio piquero.

Sin siquiera ponerse de acuerdo, Luis Urrutia y Claudio Espinoza, dos seguidores del Inmortal, por esas casualidades de la vida se encontraron en Punta Arenas minutos antes del mediodía, pues ambos andaban con atuendos del elenco ferroviario y en la misma onda: ser parte del piquero masivo que se tiraron en las aguas del Estrecho de Magallanes, evento que todos los años realizan los magallánicos en su Carnaval de Invierno.

No les importó que el agua tuviera apenas 3 grados de temperatura y que la sensación fuera inferior a cero, pues igual se pegaron el gélido piscinazo, inmortalizando un espacio más de la presencia vialina. "Iba bajando a la orilla y de repente veo que anda alguien con la camiseta del Vial. Era un amigo de la población donde vivía en Hualpén, de la población 18 de Septiembre, así que me acerqué y nos tiramos nomás", relató Luis Urrutia, quien por razones de pega se fue a trabajar hace once años a la extrema cuidad, y esta vez no quiso quedar fuera de la típica ceremonia en las aguas más extremas de Chile y del mundo.

Pagando apuesta

En sus once años en Punta Arenas, Urrutia nunca había participado de dicho piscinazo, pero el título de la Copa América de la Roja lo hizo pagar la apuesta esta vez. "Lo había apostado, así que a pagarla no más. Pero se me ocurrió, como buen vialino, hacerlo con los colores de mi equipo", expuso tras salir del agua, en medio de las casi dos mil personas que participaron en esta tradición.

"Heladísima el agua. Me había bañado en noviembre del año pasado, por un tema del trabajo de las alianzas, pero no en esta época. Aquí yo supe lo que es hipotermia, de las rodillas hacia abajo no se siente nada, como que se duerme el cuerpo, estuvimos 7 minutos, y no, se pasó", dijo el hualpenino, de 42 años.

Y pese a que lo sufrió en esos minutos, lo disfrutó al máximo. "Una linda experiencia, dos mil personas en el agua y como cinco mil personas mirando", destacó, entre ellos su esposa Anelis Triviño y sus tres retoños, María José, María Ignacia y Martín.

Un vialino que donde anda luce los colores del su equipo, tal como lo hizo durante la campaña No Matarán Al Vial. "Esa vez me saqué foto en la plaza de la ciudad con el Indio Patagón, estaba lloviendo, casi nevando, y ahí yo con mi camiseta, mi cartel", reconoció este fiel al Inmortal, quien como sea, por redes sociales, por las páginas del diario o alguna radio, sigue atento a cómo le va al Vial, club del que es hincha gracias al amor que le inculcó su padre, Luis Urrutia, más conocido como el "Maestro Fito".

"Aquí supe lo que es hipotermia, de las rodillas hacia abajo no se siente nada, se duerme el cuerpo".

Luis Urrutia,, hincha vialino"

La tradición

El 2008, cuatro funcionarios municipales tuvieron la idea de divertirse haciendo algo extremo, y se lanzaron a las aguas del Estrecho. Así nació la tradición, y que cada año concita el interés de los magallánicos y de turistas nacionales y extranjeros.