Catalina, hincha lila: "No recuerdo un día más horrible que ese"
A 3 meses de la desafiliación del Conce, la joven rememora la imagen que pasó a ser el símbolo del llanto del León.
Tres meses han pasado desde que Deportes Concepción viviera su capítulo más oscuro del último tiempo, el mazazo de haber sido desafiliado del fútbol profesional por dramas administrativos.
Un golpe que parece haber sido ayer para los miles de lilas, quienes aún sienten el frío en su cuerpo al recordar aquella tarde del 26 de abril, cuando desde Quilín emanaba la noticia de que el León de Collao era "expulsado" del fútbol. Así de simple.
Injusto dolor
Pena en las calles céntricas de Conce, rabia y descontrol en las puertas de la ANFP, y una Plaza Independencia convertida en un mar de lágrimas, fueron las postales de la jornada. Pero hubo una imagen que se apoderó de las redes sociales y que fue el símbolo de la tristeza lila. Esa de una jovencita, casi sin fuerzas, de rodillas en plena calle, abrazada a las piernas de su madre, sin explicación por lo que acababa de escuchar.
Es Catalina Luengo, fiel al León de Collao, cuyo pesar graficó el dolor más intenso del pueblo lila. "No recuerdo un día que haya sido tan horrible", dice al revivir aquel momento.
"Estábamos en la plaza esperando la noticia, y cuando se supo, fue la primera vez que caí al suelo, llorando. Se me acercó una señora y me dice, 'arriba mijita, que esto no ha parado, vamos a las calles'".
El puñado de lilas se fue a cantar a la esquina de O'Higgins con Aníbal Pinto, paró el tránsito y se hizo notar ante todo Conce. Ese momento volvió a quebrar a la joven de 22 años. "Al ver a toda esa gente cantando, emociona más, ahí volví a caer al piso y es cuando se acerca mi mamá (Elizabeth Viveros) abrazo su pierna y me quedo un rato", repasa con nostalgia, en un día en que dejó de lado su práctica de profe de historia, su universidad y sus obligaciones por el León.
"La imagen dice todo lo que pudo ser ese momento. Fue la desesperación más grande", agrega.
"Es algo tan injusto lo que hicieron con el Conce, porque no fue la institución, su gente, fueron personas que dejaron la embarrada, y pagamos todos los hinchas", reclamó.
Fe ciega
Catalina sabe que la cosa está difícil, pero tiene fe en que el Conce saldrá de esta y se pueda revertir la decisión de hace tres meses. "Cada vez tengo más confianza en que esto se va a revertir", dice, esperanzada en que los tribunales de justicia hagan lo suyo. Por lo pronto, dice estar orgullosa de los hinchas del Conce, del trabajo del Club Social y de quienes han mantenido vivo al club, luego de la decisión de aquella tarde imborrable del 26 de abril.