Alimentos calientes
Hace poco, estudios revelaron que el consumo de bebidas muy calientes, se asocia directamente a la irritación e inflamaciones del esófago.
El agua o cualquier líquido que se consuma por sobre la temperatura indicada por la Organización Mundial de la Salud, producirá un efecto corrosivo sobre esta zona que es comparable con una quemadura de primer o segundo grado y cuya consecuencia es que pudiese ocasionar heridas.
En estos casos, nuestro organismo activa sus procesos de protección a través del sistema inmunológico y al mismo tiempo sus mecanismos de reparación. No obstante existen ocasiones en las que dada la reiteración del consumo de alimentos a altas temperaturas, es incapaz de restaurar la mucosa, que en casos de antecedentes hereditarios previos, podría gatillar la aparición de cáncer.
En general, todos debiéramos consumir los alimentos; es decir, con una temperatura que no supere los 60 ó 65 grados. Es más, las líneas de distribución en los casinos que mantienen a Baño María los contenedores con alimentos tienen una temperatura máxima de 65°, que se usa como límite para recalentamiento. Podemos mencionar por ejemplo que el café o el té se debe consumir cuando el agua está a punto de hervir, esto es, no llegar a los 100 °C. Por lo que lo ideal es consumir siempre los líquidos y cualquier alimento a temperaturas que no superen los 60-65°, tal como menciona la OMS,a través de la publicación de estudios al respecto.